Clásico de la Copa se tiñó de azulgrana en una final para el recuerdo

En un encuentro electrizante y no exento de controversia, el FC Barcelona se alzó con el título de la Copa del Rey al derrotar 3-2 al Real Madrid en una final de infarto que se extendió a la prórroga. Así, un gol agónico de Jules Koundé desató la euforia culé en el Estadio La Cartuja de Sevilla.

De este modo, el partido comenzó con un Barcelona más incisivo, aprovechando la sorprendente suplencia inicial de Kylian Mbappé en el bando madridista.

La presión blaugrana dio sus frutos al minuto 28, cuando una brillante combinación entre Lamine Yamal y Pedri culminó con un disparo certero del canario al ángulo, dejando sin opciones a Courtois.

Sin embargo, la polémica no tardó en aparecer. Un posible penalti por mano de Valverde no fue señalado, mientras que un tanto de Vinícius Júnior fue anulado por fuera de juego previo.

Imagen: EPV

Tras el descanso, el ingreso de Mbappé revitalizó al Real Madrid. El astro francés igualó el marcador con un astuto tiro libre al palo que se coló en la portería de Szczesny (min. 70). Poco después, Tchouaméni adelantó a los blancos con un cabezazo tras un córner (min. 77).

Pese a esto, el Barcelona no se rindió. Ferran Torres, tras un gran pase de Yamal, igualó nuevamente el encuentro (min. 85), llevando el Clásico a la prórroga.

En el tiempo añadido, la controversia volvió. Un penalti señalado a favor del Barcelona por una supuesta falta sobre Raphinha fue anulado por el VAR, demostrando que no hubo contacto.

Cuando todo parecía abocado a la tanda de penaltis, Jules Koundé robó un balón en la frontal del área y con un disparo cruzado selló la victoria y el título para el FC Barcelona (min. 112).

En ese sentido, en una final apasionante y marcada por las decisiones arbitrales, el Barcelona se corona campeón de la Copa del Rey, superando a su eterno rival en un Clásico que quedará grabado en la memoria de los aficionados.