Polémicas de dopaje y espionaje sacuden el atletismo italiano

Un grave escándalo de dopaje y espionaje ha estallado en el atletismo italiano, involucrando a los hermanos Tortu y al medallista de oro olímpico Marcell Jacobs. La Federación Italiana de Atletismo (FIDAL) dictaminó una suspensión de tres años contra Giacomo Tortu, hermano del campeón olímpico de relevos Filippo Tortu, por intentar acceder ilegalmente al teléfono móvil de Jacobs en un intento de buscar pruebas de dopaje.

El complot de espionaje

Según la resolución del Tribunal de Disciplina de la FIDAL, Giacomo Tortu, expresidente del club Raptos de Milán, contrató a una agencia de detectives con el objetivo de espiar el teléfono celular de Marcell Jacobs. El fin de esta acción era obtener información que sugiriera el consumo de sustancias prohibidas por parte de Jacobs, lo que potencialmente anularía su medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 y beneficiaría a su hermano, Filippo Tortu, quien era compañero de equipo de Jacobs en el relevo italiano.

Las sanciones y las acusaciones

Giacomo Tortu recibió una suspensión inicial de 30 meses por «violación del respeto y del cumplimiento de los estatutos y reglas federativas, así como los principios de lealtad, integridad, equidad deportiva y disciplina». A esta, se sumaron seis meses adicionales por cometer la infracción «con el objetivo de cometer o de disimular otra, o por asegurarse así mismo o a otro una ventaja».

De este modo, la FIDAL ha sido enfática en señalar que el campeón olímpico Filippo Tortu es «completamente ajeno a la iniciativa del acusado». El velocista, por su parte, ha manifestado públicamente su consternación, afirmando haberse enterado de la noticia «por los medios de comunicación», calificándola como un «balde de agua fría».

El caso cobró notoriedad en febrero, cuando el medio italiano Il Fatto Quotidiano reveló testimonios clave. Entre ellos, el de Carmine Gallo, un policía jubilado que confesó haber recibido 10.000 euros de Giacomo Tortu a cambio de datos sanguíneos de Jacobs correspondientes a 2020 y 2021, aunque Gallo también afirmó que Filippo no tenía conocimiento de la solicitud. La investigación, dirigida por el fiscal Francesco De Tommasi, se ha fortalecido con testimonios adicionales, incluyendo el de un amigo de Giacomo que confirmó haber recibido información sobre un presunto caso de dopaje de Jacobs.

Marcell Jacobs, la víctima del presunto espionaje, había comparecido ante la justicia en junio, relatando que la controversia comenzó después de que un medio publicara un artículo sobre su supuesto dopaje. El velocista, que ganó el oro en los 100 metros en Tokio 2021, un triunfo inédito para Italia, formó parte del equipo de relevos junto a Filippo Tortu que también se coronó campeón olímpico, un hito que ahora se ve empañado por este escándalo de ética y deslealtad deportiva.