por: Agencias
09/05/2016 | 10:30 am
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El Senado brasileño decidirá el próximo miércoles el futuro de la presidenta, Dilma Rousseff, en una votación que, según todos los pronósticos, apoyará el inicio de un juicio polÃtico con fines destituyentes contra la mandataria.
Rousseff, que da ya por descontada la derrota, se prepara para ser separada del cargo durante 180 dÃas, el plazo que tendrá el Senado para debatir si finalmente es destituida.
Empleados de la Presidencia de Brasil ya comenzaron a realizar algunos arreglos en la residencia oficial, el Palacio de Alvorada, que dejará la mandataria.
Según informa la prensa brasileña, Rousseff planea dejar el Palacio del Planalto por la rampa principal, donde la aguardarán un grupo de mujeres del Partido de los Trabajadores (PT) y movimientos sociales.
Con el hasta ahora no confirmado descenso por la rampa del Palacio del Planalto, la presidenta pretende demostrar que se va por la «puerta grande», como comentaron sus asesores.
En este perÃodo será sustituida por su todavÃa vicepresidente, Michel Temer, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que lleva semanas negociando para formar su propio Gobierno y asumir la Presidencia de forma interina.
De confirmarse la destitución definitiva de Rousseff, Temer aspira a completar su mandato, que vence el 1º de enero de 2019, con el respaldo del PMDB, el partido más importante del paÃs, y con las alianzas tejidas con sus nuevos socios, algunos también antiguos compañeros de viaje de la presidenta.