por: Inés Reyes
31/08/2017 | 3:00 pm
AP
Con las palmas de las manos hacia el cielo en señal de súplica, muchos con lágrimas en los ojos, alrededor de dos millones de musulmanes de todo el mundo se reunieron este jueves cerca de La Meca en un intento de empezar de nuevo, borrar pecados del pasado y pedir perdón y orientación a dios en el día álgido del peregrinaje anual del haj.
Desde el amanecer de este jueves, la multitud se congrega en el Monte Arafat para pasar un día de súplica y contemplación. Es aquí, en esta montaña rodeada de desierto, donde según la tradición el profeta Mahoma pronunció su último sermón hace más de 1.400 años.
«Esperamos que Alá perdone nuestros pecados y esperamos tener un nuevo comienzo con nuestro dios”, dijo Khaled Ahmed, un peregrino egipcio de 47 años.
Según las escrituras, en su sermón El Profeta pidió a sus seguidores que pagasen sus deudas, se guardasen de Satán, rezasen cinco veces al día, practicaran el ayuno durante el mes del Ramadán y donasen a la beneficencia.
También habría pedido que aquellos con recursos realizasen El Haj al menos una vez en la vida. Además recordó a los fieles los derechos que tienen las mujeres, añadiendo que ningún grupo étnico ni raza es superior a otro excepto en la piedad y las buenas acciones.
Durante El Haj, se espera que los musulmanes dejen a un lado los símbolos de materialismo, aunque el viaje es sí puede ser bastante caro para la mayoría de ellos.
Los hombres deben vestir con túnicas blancas de tejidos simples y sin adornos durante todo el peregrinaje. Las mujeres llevan prendas sueltas, se cubren el pelo y prescinden del maquillaje y el esmalte de uñas para alcanzar un estado de pureza espiritual.
Las grandes multitudes congregan a gente de más de 160 países de todo el mundo, vestidos de forma casi igual para simbolizar la unidad entre los musulmanes, humidad e igualdad ante dios.