por: Inés Reyes
03/10/2017 | 5:48 pm
AP
Los escándalos de corrupción que han vinculado a políticos de diversas nacionalidades con la empresa brasileña Odebrecht cobró una nueva víctima: el Vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien hasta hace unos meses fue intocable bajo el cobijo del ex-presidente Rafael Correa.
Glas, se entregó a la policía el pasado lunes para cumplir una orden de la Corte Nacional de Justicia, que dispuso prisión preventiva mientras adelanta el caso judicial en el cual también están involucrados un ex-contralor, un tío de Glas, dos ex-ministros y ex-presidentes de la empresa estatal Petroecuador, entre otros de los 17 implicados.
El Vicepresidente pasó su primera noche de encierro en una pequeña cárcel del norte capitalino reservada a personas que no son presos comunes.
En la mañana empezó a recibir visitas de sus allegados, el primero de ellos su hermano Heriberto. La Vicepresidencia informó que Glas pidió vacaciones de dos meses, paralelamente a la prisión preventiva.
Las revelaciones de los delatores de Odebrecht lograron poner contra las cuerdas a poderosos políticos de varios países de la región, como Brasil y Perú, y envió a varios de ellos tras las rejas.
A pesar de su situación legal, Glas sigue como Vicepresidente porque la ley en Ecuador dispone que ese cargo queda vacante por renuncia, luego de tres meses de abandono o por decisión de las tres cuartas partes de los miembros de la Asamblea después de un juicio político.
Mientras tanto, el Lenín Moreno podría encargar las funciones del Vicepresidente, más no el cargo a uno de sus ministros.