por: Inés Reyes
16/08/2017 | 11:19 am
AP
De todos los acuerdos comerciales que fustigó durante la campaña electoral como dañinos para los trabajadores estadounidenses, el Presidente Donald Trump reservó su mayor desdén para el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan).
El Tlcan con México y Canadá “es el peor acuerdo comercial de la historia”, declaró el candidato Trump. Lo acusó de elevar el déficit comercial con México, arrastrar fábricas al otro lado de la frontera y eliminar empleos en Estados Unidos.
Prometió renegociar el tratado celebrado hace 23 años o de plano abandonarlo. Ahora llegó el momento. Este miércoles comenzarán cinco días de conversaciones para reformar el Tlcan primero en Washington, luego en México y Canadá.
Estados Unidos, jamás intentó reformar un acuerdo comercial de gran envergadura. Por eso, los analistas no saben con certeza qué esperar, pero está claro que será difícil cumplir las promesas de campaña de Trump.
Una nueva versión del Tlcan necesitaría la aprobación del Congreso, que está dividido. Y un Tlcan mejorado no ofrece la certeza de lograr lo que esperan Trump y sus partidarios: la devolución de millones de empleos fabriles.
Economistas y analistas comerciales, dicen que es posible mejorar el Tlcan que eliminó la mayoría de las barreras comerciales entre los tres países. En todo caso, se lo puede actualizar para reflejar el crecimiento de la economía digital.
Por otra parte, los agricultores estadounidenses, temen perder el acceso irrestricto que tienen ahora en el mercado mexicano.
Muchas empresas de manufactura, crearon líneas de suministro que atraviesan las fronteras y temen perder sus inversiones.
En ese sentido, Si Estados Unidos decide alzar barreras comerciales Canadá y México seguramente tomarán represalias.