por: María Fernanda Pérez
25/08/2025 | 5:00 pm
REUTERS/Maja Smiejkowska /// CHARLY TRIBALLEAU / AFP
La noche del viernes, 22 de agosto, quedará grabada en la memoria de los 80 mil asistentes al estadio de Wembley, en Londres, cuando la banda británica Coldplay sorprendió a todos con una colaboración inesperada y emotiva.
Durante su aclamada gira Music of the Spheres, la banda invitó al escenario a la célebre Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, bajo la batuta de Gustavo Dudamel, transformando el evento en una celebración musical sin precedentes.
El punto culminante del espectáculo llegó cuando la banda y la orquesta unieron fuerzas para interpretar el himno «Viva la vida».
La icónica canción, ya conocida por su poderosa carga emocional, adquirió una nueva dimensión gracias a los majestuosos arreglos orquestales. La fusión del rock alternativo con los violines, chelos y trompetas de la orquesta venezolana creó una sinergia que resonó profundamente en el público, provocando una ovación ensordecedora y lágrimas de emoción.
La aparición de la orquesta, dirigida por el aclamado Dudamel, no fue un simple adorno musical, sino un icónico momento que quedó grabado en los corazones de los fanáticos.
La orquesta, emblema de «El Sistema», el renombrado proyecto de educación musical fundado por José Antonio Abreu, ha formado a miles de jóvenes músicos y su presencia en un escenario tan global como Wembley fue un triunfo reivindicativo.
Así, la colaboración desató una ola de orgullo y euforia entre la comunidad venezolana, tanto en su país como en la diáspora. En las redes sociales, los videos del momento se hicieron virales, llenándose de comentarios que destacaban cómo la orquesta «pone el nombre de Venezuela en lo más alto».