Festival de Cine Etnográfico de Ecuador recibirá postulaciones hasta mayo

Los organizadores del Festival de Cine Etnográfico de Ecuador informaron que la convocatoria a participar en el evento estará abierta hasta el mes de mayo.

De acuerdo con la información, los realizadores que deseen concursar en la competencia tendrán hasta el día 26 de mayo de 2023 para llenar el correspondiente formulario de inscripción en línea.

La organización indicó que, en caso de presentar problemas para postular sus trabajos, los interesados deberán «contactarse vía correo electrónico con anticipación», puesto que una vez que cierre la convocatoria, no se realizarán prórrogas.

En cuanto a las bases del festival, se conoció que los filmes deben tener una duración no mayor a 20 minutos, en el caso de los cortometrajes; entre 21 y 40 minutos, en el caso de los mediometrajes; y entre 41 y 120 minutos si se trata de un largometraje.

Asimismo, indicaron que el concurso contará con dos categorías: la de estudiante, en la que podrán competir trabajos audiovisuales «producidos en el marco de un trabajo de investigación desarrollado, principalmente, por estudiantes de antropología visual y cine documental»; y la de realizador, en la que se aceptarán «filmes producidos por cientistas sociales y cineastas, cuyos campos de desempeño abordan el cine etnográfico y documental».

Cabe recordar que para este año, se espera que además de las tradicionales cintas de «etnoficción, metodologías colaborativas, autoetnografías, etnografías indígenas, memorias y patrimonios, documentales, no-ficción, afro-futurismos, futuros indígenas, producciones artísticas, disidencias, contracultura, y found footage», se incorporen filmes de «animaciones, audio, documentales transmedia, y otras propuestas».

La octava edición del Festival de Cine Etnográfico de Ecuador, cuya temática es «Memorias del futuro», se realizará durante el mes de septiembre y premiará a los mejores filmes que retraten la memoria «como un proceso social situado, un horizonte que transgrede y pone en tensión a la historia oficial», pensando en ella «no solo como imágenes del pasado, sino también como memorias anticipadas que nos permiten entrever otros futuros».