por: María Fernanda Pérez
09/10/2024 | 1:30 pm
MJT/AdMedia/MediaPunch/IPX/AP
La muerte de un hijo es una pérdida que pocas personas pueden comprender en toda su magnitud. Para Lisa Marie Presley, la única hija de Elvis, el Rey del Rock, este dolor se intensificó de manera inimaginable cuando perdió a su hijo Benjamin Keough en 2020.
En su autobiografía póstuma, «From Here to the Great Unknown», se revela un detalle profundamente conmovedor y a la vez controvertido sobre cómo la cantante afrontó esta irreparable pérdida.
Presley decidió mantener el cuerpo de su hijo en su hogar durante un tiempo, una decisión que ha generado un gran impacto mediático y ha suscitado diversas reacciones.
La decisión de Lisa Marie de tener a Benjamin en casa, preservado en hielo seco, «refleja la intensidad del amor materno.» En sus propias palabras, quería tener «suficiente tiempo para despedirse de él», tal como lo había hecho con su padre, Elvis Presley.
Esta elección, aunque pueda parecer extraña o incluso perturbadora para algunos, se enmarca dentro de un proceso de duelo profundamente personal y complejo.
La decisión de Lisa Marie ha reavivado el debate sobre las diferentes formas de afrontar la muerte. Mientras que algunas culturas y religiones tienen rituales y tradiciones específicas para despedirse de los difuntos, otras permiten una mayor flexibilidad en cuanto a las prácticas funerarias.