por: Yesimar Gerdler
11/09/2024 | 7:30 am
@Santa_Palabra
Este miércoles, 11 de septiembre, se cumplen 72 años de la coronación canónica de la Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela y de la Arquidiócesis de Caracas.
Nuestra Señora de Coromoto es venerada en todo el país, pero con especial devoción en la ciudad de Guanare, capital del estado Portuguesa, donde apareció hace 368 años.
Cuenta la historia que durante la fundación de la ciudad en el año 1591, los indígenas que habitaban en la región, los Cospes, huyeron hacia la selva, lo que dificultaba la evangelización que la Iglesia Católica había emprendido.
Santa María de Coromoto en Guanare de los Cospes apareció por primera vez al cacique Coromoto en el año 1652 cuando este atravesaba junto a su mujer una corriente de agua, en ese momento la señora de extraordinaria belleza les dijo en su idioma:
«Vayan a casa de los blancos y pídanle que les eche el agua en la cabeza (el bautismo) para poder ir al cielo».
Casualmente, un español llamado Juan Sánchez pasó por ahí y el cacique le relató lo sucedido. Sánchez entonces le pidió que se alistara con la tribu, que él pasaría dentro de ocho días a fin de enseñarles todo lo necesario para bautizarlos.
En efecto, cuando regresó los indígenas marcharon con él a un ángulo formado entre los ríos Guanaguanare y Tucupido, donde les repartieron tierras e iniciaron la catequización, a fin de prepararlos para el bautizo.
Sin embargo, el cacique, al extrañar la selva, preparaba su huida cuando recibió la segunda visita de la Virgen, el 08 de septiembre de 1652, en presencia de Coromoto, su mujer, su cuñada Isabel y un sobrino, siendo ésta la única vez que la Santa Virgen se le aparece a una familia.
Sin embargo, ni con su aura y rayos luminosos logró convencer al enojado cacique que trató de echarla y llegó a tomar sus armas con la intención de amenazar a la amable Señora.
La radiante mujer, siempre sonriente, avanzó suavemente hacia el cacique y cuando él extendió su mano con ira para atraparla, ella desapareció, dejándole en la mano un pequeño pergamino con su imagen.
El niño corrió a avisarle a Juan Sánchez, quien llegó al sitio de la aparición con dos compañeros y recogieron la preciosa reliquia.
Posteriormente, dieron parte a las autoridades civiles y eclesiásticas, quienes a pesar de no creerlo, resolvieron llevar el pergamino, de 2,5 centímetros de alto y 2 centímetros de ancho, a la Iglesia de Guanare en 1654.
La imagen permaneció en un relicario hasta 1987, cuando fue incrustada en el pedestal de la imagen de madera que está hoy en día en el Santuario Nacional de Nuestra Señora de Coromoto.
El cacique Coromoto huyó a la selva, y al ver que la Santísima Virgen no había logrado nada con él, permitió que lo mordiera una serpiente venenosa.
Entonces volvió su corazón a Dios y comenzó a pedir el bautismo, el cual le fue administrado por un barinés que pasaba por ahí, convirtiéndose en apóstol.
El Santuario Nacional fue construido en el lugar de la segunda aparición de la Patrona de Venezuela, el cual fue consagrado el 07 de enero de 1996 e inaugurado en una solemne Eucaristía presidida por Su Santidad, el Papa Juan Pablo II, el 10 de febrero de 1996.
El Papa Benedicto XVI elevó en 2006 al Santuario Nacional de Nuestra Señora de Coromoto a la categoría de Basílica Menor.
El 07 de octubre de 1944, el Papa Pío XII declaró a la Virgen de Coromoto «Patrona de la República de Venezuela» y su coronación canónica se realizó el 11 de septiembre de 1952, en el tricentenario de su aparición.
La Iglesia Católica decidió tomar la segunda aparición como la fecha para la adoración de la Virgen de Coromoto, sin embargo, la fe y la devoción por la Santísima Señora se manifiestan tanto en el día de su aniversario, así como el 11 de septiembre.