por: Jonás Rodríguez
14/07/2024 | 8:30 am
Archivo
Este domingo, 14 de julio, se conmemoran 208 años del fallecimiento del Generalísimo Francisco de Miranda, prócer de la Guerra de Independencia de nuestro país y conocido como «El Primer Venezolano Universal».
Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez Espinoza nació en Caracas el 28 de marzo de 1750. Fue hijo del canario Sebastián de Miranda y Ravelo y de Francisca Antonia de Espinoza.
Cursó estudios en la Universidad de Caracas hasta conseguir su título de bachiller en 1767. Durante esta etapa adquirió conocimientos en historia, religión, aritmética, geografía, lógica, física, metafísica, artes y latín.
A causa del conflicto que existía entre los «blancos españoles» y los «blancos criollos», del que su familia formaba parte, decidió marcharse a España para servir al Rey en 1770.
En 1771 se alistó en el ejército español. Durante su etapa como militar participó en algunos de los eventos más importantes de la historia, tales como la Revolución Francesa, la Independencia de los Estados Unidos y la revolución independentista de Hispanoamérica. Además, alcanzó los rangos más altos dentro de la milicia.
El 12 de marzo de 1806, Miranda creó la primera bandera de Venezuela usando el conocido tricolor nacional (amarillo, azul y rojo). El 03 de agosto de ese año, izó la bandera en La Vela de Coro, luego de tomar el fortín de la localidad.
Durante su avanzada se vio obligado a retroceder, debido a que los pobladores de la ciudad de Coro no apoyaron su causa.
Miranda regresó a Venezuela en 1810 y se hizo cargo de los ejércitos del país. También promovió la instalación de la Sociedad Patriótica y declaró la Independencia definitiva de Venezuela el 05 de julio de 1811.
En 1812 se le otorgó el rango de Generalísimo. También fue nombrado Dictador Plenipotenciario y Jefe Supremo de los Estados de Venezuela.
Poco tiempo después, fue encarcelado tras ser acusado de traición, siendo condenado a prisión durante sus últimos años de vida.
Francisco de Miranda falleció el 14 de julio de 1816 en la cárcel de La Carraca, Cádiz, producto de un accidente cerebrovascular.
Aunque sus retos nunca pudieron ser reconocidos, Miranda tiene un cenotafio en su honor en el Panteón Nacional.