por: Yesimar Gerdler
16/09/2020 | 9:30 am
Pixabay
Este miércoles, 16 de septiembre, se celebra el DÃa Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, por resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
La fecha fue establecida en el año 1994 por la resolución 49/114 de la ONU para conmemorar la firma del Protocolo de Montreal, el primer gran acuerdo mundial sobre un tema medioambiental, firmado el 16 de septiembre de 1987.
En este acuerdo, los paÃses firmantes se comprometieron a colaborar en la reducción y eliminación de sustancias que destruyen la capa de ozono y a tomar medidas sobre las actividades que podrÃan estar relacionadas con la destrucción de la misma.
El ozono es un gas que protege a nuestro planeta de las peligrosas radiaciones ultravioletas del Sol. Su presencia en las altas capas de la atmósfera constituye un poderoso filtro que defiende la vida del planeta de estas agresivas radiaciones.
Esta capa se ubica en la zona de la estratosfera, donde se concentra un 90% del ozono presente en la atmósfera que se encarga de absorber la mayor parte de la radiación ultravioleta.
El deterioro de la capa de ozono podrÃa causar innumerables daños al ambiente y a las personas; de no filtrarse los nocivos rayos del Sol, las afectaciones en las personas serÃan melanomas de piel, cataratas, afecciones en los sistemas inmunitarios, entre otros.
Entre las causas que provocan el acelerado deterioro de la capa de ozono se encuentran: el empleo de compuestos quÃmicos como los clorofluorocarbonos (CFC), los refrigerantes industriales, propelentes y fungicidas de suelo, como el bromuro de metilo.
La emisión de estos quÃmicos en la atmósfera crean las denominadas nubes estratosféricas polares, donde se producen la quÃmica del cloro que destruye la capa.
En 1974 se descubrió que estos gases actuaban directamente contra el ozono, transformándolo en otros compuestos y dejando a la Tierra sin su filtro solar.
Esto se hizo más evidente cuando, en 1985, se descubrió desde el espacio un agujero en la capa de ozono, una enorme zona de la atmósfera situada sobre la Antártica en la que la capa de ozono apenas existÃa y que amenazaba con extenderse.
La eliminación de los usos controlados de sustancias que agotan el ozono y las reducciones conexas no solo han ayudado a proteger la capa de ozono para la generación actual y las venideras, sino que también han contribuido enormemente a las iniciativas mundiales dirigidas a hacer frente al cambio climático.
Asimismo, han protegido la salud humana y los ecosistemas reduciendo la radiación ultravioleta dañina que llega a la Tierra.
En la actualidad los miembros firmantes en el Protocolo de Montreal velan por cumplir su compromiso de sostenibilidad ambiental y han eliminado permanentemente más de un millón y medio de toneladas de producción de productos quÃmicos que deterioran la capa de ozono.
Asimismo, el 15 de octubre de 2016, los representantes de los paÃses miembros del acuerdo, adoptaron en Kigali, Ruanda, un acuerdo sobre la eliminación gradual de los hidrofluorocarburos (HFC), gases usados en frigorÃficos y aparatos de aire acondicionado, considerados nocivos para el clima y para la capa de ozono, modificando y mejorando el Protocolo de Montreal.