por: Yesimar Gerdler
22/08/2024 | 7:30 am
@FitVen_Oficial
Este jueves, 22 de agosto, se celebra el Día Mundial del Folklore, fecha declarada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en el año 1960.
El folklore es la expresión auténtica de un pueblo que abarca sus tradiciones, leyendas, costumbres, música, danzas, entre otras manifestaciones culturales. Son precisamente estas peculiaridades las que distinguen una cultura de otra.
Esta celebración tiene su origen con el arqueólogo británico, William G. Thorns, quien utilizó por primera vez el término «folklore» el 22 de agosto de 1846, en una carta publicada en la revista londinense «Atheneum».
El término resultó de la unión de dos voces inglesas: «Folk», que significa pueblo, y «lore», que significa saber. Por lo tanto es la ciencia o conocimiento de un pueblo, eso que aporta a sus ciudadanos riqueza y peculiaridad.
La palabra fue creada para poder referirse a las manifestaciones ancestrales de las culturas de todo el mundo y que sobreviven hasta el día de hoy: artes, música y costumbres de los pueblos que son transmitidas de generación en generación.
Cada país lo celebra de una manera diferente, ya que las costumbres en algunos casos difieren mucho de unos a otros. Sin embargo, la esencia sigue siendo la misma: recuperar las tradiciones y no dejar que se pierdan, porque en definitiva eso es lo que le da carácter y personalidad propia.
De este modo, se concibe que desde muy pequeños los niños conozcan las tradiciones de sus pueblos, cómo se realizaban antes las labores del campo y las músicas tradicionales, para que de este modo no caigan en el olvido.
El folklore de Venezuela es considerado uno de los más ricos del mundo, al ser un país pluricultural y multiétnico que se nutre de distintos elementos, los cuales a lo largo de la historia nacional se han mezclado para crear una amalgama de colores, gustos y sonidos propios de nuestro pueblo.
Nuestro país se caracteriza por tener una amplia variedad de culturas y tradiciones en cada uno de sus rincones, entre los que destacan las danzas y cantos, en su mayoría religiosos, los cuales han pasado de generación en generación, como por ejemplo «Los Diablos Danzantes de Yare», en el estado Miranda; o «Las Zaragozas» en Sanare, estado Lara.
La música venezolana como la llanera, la gaita, el calipso, el golpe tuyero, el merengue y el galerón oriental, son solo algunos de los sonidos que de manera espontánea han salido de las raíces del saber popular.
Entre las danzas, se destacan las más populares: El Carite, El Sebucán, La Burriquita, los tambores de las costas, las gaitas, el golpe tocuyano y los bailes de joropo.
Por su parte, la gastronomía es la más popular con platos como el pabellón, la arepa, la cachapa, el pescado frito, el patacón, la hallaca, el sancocho y el casabe.
Por su parte, las manifestaciones religiosas varían desde las creencias aborígenes hasta las católicas, entre ellas: la Paradura del Niño, la Semana Santa, el Carnaval, la fiesta de la Divina Pastora, el Corpus Christi, la feria de la Virgen de Chiquinquirá y muchas otras.
La cerámica y alfarería también forman parte de las actividades culturales de Venezuela, en conjunto con la fabricación de textiles como hamacas, sillas, zapatos.
El folklore está constituido por todos los conocimientos y creencias del pueblo sin teoría alguna. Y con el traspaso de generación en generación se garantiza la existencia como tradición empírica, popular y típica.