por: Yesimar Gerdler
25/12/2023 | 8:00 am
@Santa_Palabra
Este lunes, 25 de diciembre, la Iglesia Universal celebra el Nacimiento del Niño Jesús en un pesebre de Belén.
Según relata la Biblia en el Evangelio de Lucas, la Virgen María y su esposo José vivían en la ciudad de galilea de Nazaret. En esa época el emperador romano, César Augusto, ordenó un censo en el cual cada uno debía empadronarse en su lugar de nacimiento, por lo que José tenía que viajar a Belén, por ser originario de este lugar.
A su llegada a la ciudad, María y José buscaron un lugar para alojarse, pero llegaron demasiado tarde y todos los mesones estaban completos. Finalmente, un buen señor les prestó su establo para que pasaran la noche.
En ese lugar, María dio a luz y colocó al niño en un pesebre de paja. En ese mismo instante, muy cerca de allí, un grupo de pastores descansaban con sus rebaños de ovejas.
Estando todos reunidos de pronto se les apareció un ángel que se acercó a ellos y les contó que el Mesías había nacido. También les explicó como llegar hasta el establo donde Jesús estaba y de qué manera encontrarían al infante. De esta manera los pastores llegaron al establo y al encontrar al niño se arrodillaron y lo adoraron.
En el Evangelio de Mateo se cuenta la historia de los tres reyes del oriente que guiados por una estrella acudieron a buscar al niño en Jerusalén preguntando: ¿Dónde está el rey de los Judíos que ha nacido?
Los Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltasar, buscaron el pesebre y le regalaron al Niño oro, incienso y mirra. Al poco de nacer, el rey Herodes, atemorizado por la noticia de que había nacido el Hijo de Dios, mandó matar a todos los niños menores de dos años.
Alertado por un ángel, José huyó a Egipto con María y el Niño, volviendo tiempo después cuando Herodes murió.