por: Elena Velásquez
25/03/2024 | 7:30 am
El Carabobeño
Este lunes, 25 de marzo, se conmemora el segundo día de la Semana Santa, el Lunes Santo, también llamado «Lunes de Autoridad», en el cual la Iglesia Católica rememora el pasaje en el que Jesús expulsa a los mercaderes del templo y pronuncia la frase: «Mi casa, casa de oración será llamada».
Según se relata en los cuatro Evangelios, en este pasaje bíblico, el Hijo de Dios, mostrando su autoridad, echó del templo a las personas que comerciaban y compraban en el recinto que debía estar dedicado a la alabanza del Señor, en lugar de funcionar como un mercado y casa de apuesta; acusándolos de haber convertido su casa en una «guarida de ladrones».
Durante la liturgia del día, se lee el capítulo 12 del Evangelio según San Juan, que corresponde al pasaje de la Unción en Betania y versa de la siguiente forma:
«Seis días antes de la Pascua fue Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, a quien Jesús había resucitado de entre los muertos. Allí lo invitaron a una cena. Marta servía y Lázaro estaba entre los invitados. María, pues, tomó una libra de un perfume muy caro, hecho de nardo puro, le ungió los pies a Jesús y luego se los secó con sus cabellos, mientras la casa se llenaba del olor del perfume. Judas Iscariote, el discípulo que iba a entregar a Jesús, dijo: ‘Ese perfume se podría haber vendido en trescientos denarios para ayudar a los pobres’. En realidad no le importaban los pobres, sino que era un ladrón y, como estaba encargado de la bolsa común, se llevaba lo que echaban en ella. Pero Jesús dijo: ‘Déjala, pues lo tenía reservado para el día de mi entierro. A los pobres los tienen siempre con ustedes, pero a mí no me tendrán siempre’. Muchos judíos supieron que Jesús estaba allí y fueron, no sólo por ver a Jesús, sino también por ver a Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Entonces los jefes de los sacerdotes pensaron en dar muerte también a Lázaro, pues por su causa muchos judíos se alejaban de ellos y creían en Jesús».
Sin embargo, aunque este día no inicia la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, en Venezuela se desarrollan procesiones con la imagen de «Jesús atado a la columna», también llamado «Jesús Cautivo»; que presenta la escena bíblica que transcurre en el Pretorio de Jerusalén, donde el Señor fue exhibido ante la multitud, sometido a insultos y posteriormente, flagelado y torturado.