26 de agosto: Día Internacional contra el Dengue

Este sábado, 26 de agosto, se celebra el Día Internacional contra el Dengue, con el objetivo de fomentar la prevención y crear conciencia sobre esta enfermedad que se presenta principalmente en países de clima tropical.

Organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) han calificado esta patología como un «problema de salud pública».

El dengue debe ser asumido con seriedad y prevención, pues tiene la característica de presentarse en distintos cuadros clínicos que varían estados benignos, asintomáticos hasta evolución clínica severa y desenlaces que causan la muerte.

Se caracteriza por ser una enfermedad de tipo gripal que afecta a bebés, niños pequeños y adultos. En caso de dengue grave, es decisivo mantener el volumen de los líquidos corporales.

De acuerdo a la OMS, la tercera parte de los habitantes del planeta está en riesgo de contraer el dengue. Cada año se presentan cerca de 390 millones de casos en el mundo, de los cuales 500 mil corresponden a dengue grave con alrededor de 25 mil muertes.

La principal fuente de transmisión es la picadura de los mosquitos Aedes aegypti (zancudo de patas blancas) y Aedes albopictus (mosquito Tigre asiático) a una persona infectada.

Estos insectos absorben la sangre con el virus del dengue, el cual se incuba por un periodo de ocho a 12 días, después del cual, el mosquito comienza a transmitir el virus, picando a otras personas.

Las personas infectadas pueden presentar los síntomas después de cinco a siete días con el desarrollo de una fiebre alta repentina, fase que dura de dos a siete días y suele acompañarse de enrojecimiento facial, enrojecimiento de la piel, dolor corporal generalizado, dolor de cabeza y dolor en los ojos.

Asimismo, pueden presentarse manifestaciones hemorrágicas menores, como petequias, punticos o lesiones pequeñas de color rojo, y moretones en la piel.

En el dengue de alarma, el paciente presenta dolor abdominal intenso, vómito persistente, acumulación de líquidos, sangrado de mucosas.

En cuanto al dengue calificado como grave, se presenta acumulación de líquido con dificultad respiratoria y sangrado profuso por mucosas.

Los enfermos que mejoran después que baja la fiebre, se consideran casos de dengue sin signos de alarma.

Sin embargo, la enfermedad puede generar complicaciones como deshidratación, debido a que la fiebre alta puede producir trastornos neurológicos y convulsiones en los niños pequeños.

Se considera que la fase crítica del dengue se presenta cerca de la desaparición de la fiebre, cuando la temperatura desciende a 37,5 grados centígrados o menos y se mantiene por debajo de este nivel, por lo general, en los primeros siete días de la enfermedad.

Los pacientes que empeoran con la caída de la fiebre y presentan signos de alarma, son casos que deben ser tratados con cuidado desde el punto de vista clínico.

Cuando el paciente sobrevive a la fase crítica, la cual no excede las 48 a 72 horas, pasa a la fase de recuperación, en donde comienza a mejorar su salud.