27 de noviembre: Hoy festejamos a la Virgen de la Medalla Milagrosa

Este miércoles, 27 de noviembre, se celebra la festividad de la Virgen de la Medalla Milagrosa, advocación mariana venerada en todo el mundo tanto por los católicos como por los no católicos.

Según la tradición católica, la Virgen María se le apareció a Santa Catalina Labouré en el año 1830. Según relató la santa, la primera aparición fue el 18 de julio, cuando se despertó al oír la voz de un niño que la llamaba y le pedía ir a la capilla.

Allí, Catalina se reunió con la Virgen María y conversó con ella por varias horas. Durante la conversación María le dijo: «Mi niña, te voy a encomendar una misión».

Meses después, el 27 de noviembre, la Santa Madre se le volvió a aparecer durante sus meditaciones vespertinas. En esa ocasión, la vio dentro de un marco oval, que se alzaba sobre un globo pisando una serpiente; de sus manos salían rayos de luz, algunos de los cuales no llegaban a tierra.

Alrededor del margen del marco estaban inscritas las palabras «Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que acudimos a ti».

La Virgen dijo: «Es la imagen de las gracias que reparto sobre las personas que me las piden», y para explicar porque algunos de los rayos proyectados no llegaba a tierra, agregó: «Es la imagen de las gracias de aquellos que se han olvidado de pedírmelas».

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Mientras Catalina contemplaba, la imagen pareció rotar, y se podía observar un círculo con 12 estrellas, una gran letra M superpuesta por una cruz, y debajo las siluetas estilizadas del Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María.

Catalina dijo que después, la Virgen le pidió que tomara esas imágenes y se las llevara a su padre confesor, y le pidiera que las mismas debían ser impresas en medallas, añadiendo: «Todos aquellos que porten la medalla recibirán grandes gracias».

La manifestación se repitió hacia fines de diciembre de 1830 y a principios de enero de 1831. Con la aprobación de la Iglesia, las primeras Medallas fueron creadas en 1832 y distribuidas en París, Francia.

En un principio la medalla era llamada «de la Inmaculada Concepción», pero cuando se expandió la devoción y se produjeron muchos milagros, se le llamó «La Medalla Milagrosa», como es conocida hasta nuestros días.