por: Yesimar Gerdler
28/09/2021 | 9:30 am
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Este martes, 28 de septiembre, se celebra el Día Mundial contra la Rabia, en conmemoración al fallecimiento del químico y microbiólogico francés, Louis Pasteur, quien desarrolló la primera vacuna contra esta enfermedad.
La fecha fue implementada en el año 2007 por iniciativa de la organización no gubernamental Alianza Global de Lucha contra la Rabia (Garc), cuyo objetivo es prevenir la rabia en humanos y paliar las implicaciones que conlleva la enfermedad en otros animales, especialmente en perros.
La rabia es una enfermedad infecciosa viral del sistema nervioso central, que provoca una encefalitis aguda. Este virus ataca a los mamíferos domésticos y salvajes, lo que incluye al hombre y puede causar la muerte sino se previene a tiempo.
La enfermedad es transmitida al humano a través del contacto con la saliva de los animales infectados a través de mordeduras o rasguños. Debe tratarse con urgencia o de lo contrario conduce a la muerte. Después de la mordedura, puede tardar entre 60 y 300 días en manifestarse.
El tratamiento inmediato impide el desarrollo de los síntomas. Es recomendable lavar la herida con agua y jabón, sin raspar, y acudir a un centro hospitalario.
Esta enfermedad tiene gran importancia en la salud pública ya que se relaciona con la convivencia diaria que se tiene con los animales de compañía y ocasionalmente a la exposición a otras especies de mamíferos potencialmente transmisores.
Cuando la rabia se presenta en zonas urbanas comúnmente es transmitida por perros y gatos, mientras que en zonas rurales la transmisión puede ser, principalmente, por murciélagos, zorrillos, coyotes o mapaches.
Contrario a lo que se piensa, las especies de roedores no son infectantes debido a la condición paralítica que les ocasiona la enfermedad, incapacitándolos para transmitir el virus.
La primera señal de que un animal está infectado con rabia es un cambio en el comportamiento habitual. Puede pasar a ser inusualmente agresivo o inusualmente manso. El animal puede perderle miedo a las personas y a sus enemigos naturales.
Un animal silvestre puede parecer cariñoso y amistoso. También, puede volverse ansioso o agresivo y atacar todo lo que encuentra a su paso. En algunas ocasiones se observa al animal tambalearse, convulsionar, echar espuma por la boca y paralizarse.
Por lo general los animales infectados mueren una semana después de que aparecen en ellos los síntomas de la rabia.
La rabia provoca más de 55 mil muertes anuales a nivel mundial, de las cuales, el 95% ocurren en África y Asia, lo que implica una muerte cada 10 minutos. Entre el 30 y 60% son menores de 15 años, víctimas de mordeduras de perros.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS), afirma que en el continente americano ha disminuido el número de casos registrados en humanos y en caninos, por lo que se espera la total eliminación de la rabia transmitida por perros.
Actualmente, las vacunas seguras y eficaces para los animales y las personas son uno de los instrumentos más importantes para acabar con las muertes humanas por esta enfermedad. Los organismos de salud mundial recomiendan realizar un trabajo conjunto entre los servicios veterinarios, salud pública y la comunidad.
El Día Mundial contra la Rabia, se celebra cada año para aumentar la concienciación sobre la prevención de esta horrible enfermedad y destacar los progresos hechos en la lucha contra ella.