29 de junio: Hoy se celebra la Festividad de San Pedro y San Pablo

Este sábado, 29 de junio, se celebra la Festividad de San Pedro y San Pablo, fecha que conmemora el martirio de ambos apóstoles a manos de los romanos.

Este festejo religioso, conocido oficialmente como la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, es una de las actividades más importantes de la comunidad cristiana practicante.

Según la tradición, esta fecha fue elegida por representar la muerte de los santos o el traslado de sus reliquias.

Originalmente llamado Shimón bar Ioná, San Pedro fue uno de los discípulos más destacados de Jesús. Tras la Resurrección y Ascensión de Cristo, Pedro asumió el liderazgo de la Iglesia, comandó a los Apóstoles y se encargó de que los discípulos mantuvieran viva la verdadera fe. Además, es identificado por el catolicismo como el primer Papa de la historia.

Por su parte, San Pablo, conocido también como el Apóstol de los gentiles o el Apóstol de las naciones, fue uno de los seguidores del Salvador con más entrega a la causa del cristianismo. Participó protagónicamente en la construcción y expansión de la fe en el Imperio romano.

Habitualmente, para celebrar esta festividad se realizan procesiones y otras actividades religiosas destinadas a rendir homenaje a ambas divinidades.

Sin embargo, en Venezuela, la celebración de esta fecha es muy especial. Durante tal día, en las ciudades mirandinas de Guarenas y Guatire se festeja la «Parranda de San Pedro», un evento proclamado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en el 2013, donde los devotos cantan y bailan en homenaje al santo.

De acuerdo a la leyenda, dicho festejo tiene su origen en la época colonial, cuando una mujer esclava llamada María Ignacia, que vivía en «Cantón de Guarenas»; prometió a San Pedro salir a bailar y cantar en su honor cada 29 de junio si sanaba a su hija de una fiebre muy alta.

Tras la sanación de la pequeña, los esclavos de la localidad que se enteraron de la noticia decidieron acompañar a María Ignacia en su canto y baile por las polvorientas calles del poblado.

Con los años, la celebración, que inicia con una vigilia a modo de velorio el día 28, se popularizó y se convirtió en una costumbre local.

Los parranderos que participan en el acto suelen estar vestidos con levita y pumpá, además, calzan unos pedazos de cuero de animal, como si fueran sandalias (cotizas), y poseen la cara pintada de negro con betún o con el llamado «negro humo».