por: Inés Reyes
19/09/2017 | 9:10 am
Pixabay - Imagen referencial
Varios estudios efectuados con algunas especies animales entre ellos ratones y monos rhesus, demostraron que comer poco prolonga la vida y la hace más saludable.
Los científicos señalaron que quienes llevan una dieta restrictiva lucen un aspecto lozano, mientras que aquellas personas que comen a placer cuando lo desean parecen débiles y suman menos años de vida.
Aunque consumir menos calorías tiene una consecuencia inesperada en la piel y el cabello porque se deja ver muy rápido en tan solo unos meses.
Investigadores brasileños descubrieron que al disponer de menos grasa para mantener el cuerpo caliente, la piel de los ratones que lleva una dieta con limitaciones, estimula el crecimiento del pelaje aumentando el flujo sanguíneo y alterando el metabolismo con la finalidad de mejorar la eficiencia energética.
El nuevo experimento reveló que los animales pueden utilizar este mecanismo como una adaptación evolutiva para mantenerse calientes y vivos en condiciones en las que los alimentos son escasos.
De esta forma, compararon a los ratones que podían comer todo lo que quisieran y en cualquier momento durante seis meses, lo que significó que acabaron teniendo sobrepeso, con animales a dieta que comían un 40% menos de calorías que sus compañeros indulgentes.
Los ratones con restricción de calorías perdieron alrededor de la mitad de su masa corporal y mostraron un pelaje más uniforme, más grueso y más largo.