por: Yarelis Borges
28/07/2017 | 4:05 pm
AP
El bebé británico, Charlie Gard, falleció este viernes tras casi un año de padecer de una enfermedad genética incurable que mantuvo alerta a la prensa internacional.
Este viernes se desconectó al pequeño del soporte vital que lo mantenía con vida. Charlie sufría de una rara enfermedad genética llamada Síndrome de Agotamiento de ADN Mitocondrial, tenía daños cerebrales irreparables y no podía respirar por su cuenta.
Los padres del bebé, Connie Yates y Chris Gard, lograron recaudar casi 1,7 millones de dólares para trasladarlo a Estados Unidos (EE.UU) para que pudiera recibir un tratamiento experimental para prolongar las esperanzas de vida.
Los doctores de Gard del hospital Great Ormond Street se opusieron a la decisión de los padres, indicando que no existía tratamiento alguno para la enfermedad y que le atraería más dolor.
El caso se volvió un catalizador de debates sobre el financiamiento de la salud pública, la intervención médica, el papel del Estado y los derechos de los niños.
Después de meses de peleas jurídicas, el juez Nicholas Francis emitió la orden el jueves para que el bebé fuera trasladado del hospital a un hospicio donde moriría.
Charlie fue desconectado luego de que sus padres y el hospital donde lo habían atendido no llegaran a un acuerdo sobre un plan para finalizar la vida del bebé.