por: Carlos Pérez
08/09/2018 | 1:01 pm
Pixabay - Imagen referencial
Las personas que comienzan en el gimnasio tienen como meta aumentar su masa muscular. Es ahí donde surgen las dudas sobre el entrenamiento, los descansos, la rutina de ejercicios y el número de sesiones que se deben realizar a la semana.
Existen dos tipos de hipertrofia: la sarcomerica y la sarcoplasmatica. Es recomendable realizar entrenamientos de fuerza y mantener una adecuada recuperación para que los músculos aumenten su masa.
En ese sentido la sarcomerica provoca un mayor aumento del número de fibras, mientras que la sarcoplasmatica cambia el tamaño muscular por el aumento del tamaño de las fibras. Aunque sean hipertrofias diferentes, una no puede darse sin la otra.
Hay tres factores que determinan cómo se produce la hipertrofia del músculo.
Rango de movimiento
Muchas personas no toman en cuenta este factor. Se recomienda hacer entrenamiento de fuerza con amplios rangos de movimiento para así aumentar la tensión mecánica. Con esta práctica se aumenta también la fuerza pasiva, ya que hay ciertas fibras que se estiran cuando el movimiento llega a un punto determinado.
Forma de contracción
Estos ejercicios provocan que aumente el tamaño de los fascículos musculares a diferencia de los movimientos concéntricos, que solo producen un aumento transversal del músculo. Lo ideal es combinar los dos tipos de entrenamiento para buscar la mayor variedad de estímulos en los músculos.
Velocidad de la repetición
La velocidad de la repetición de los ejercicios con cierta resistencia influye en el ritmo que producimos en los músculos. Al realizar ejercicios con rapidez, la tensión mecánica se reduce en los músculos principales.
Es importante hacer repeticiones lentas si buscamos aumentar el tamaño transversal del músculo. De seguir haciéndolo rápido, aumentaremos el tamaño de los fascículos musculares.
Cabe destacar que «si tu objetivo es la hipertrofia, no puedes utilizar el mismo peso en todos los entrenamientos».