Fumar no solo es nocivo para los pulmones sino para otras partes del cuerpo

Hoy en día todos sabemos los daños que causa fumar tabaco en la salud pulmonar y bucal.

A pesar de la información que se maneja, más de 7 millones de personas mueren al año como consecuencia de este vicio.

La mayoría de las personas desconocen que esta sustancia puede afectar seriamente a la columna vertebral, sobre todo en la zona lumbar, provocando dolor crónico.

Según el quiropráctico Marcelo Barroso Griffiths, la exposición al humo del cigarro promueve y acelera la degeneración de los discos vertebrales.

También los hace más propensos a sufrir una rápida deshidratación, por lo cual se vuelven frágiles y vulnerables a romperse.

«Los fumadores tienen una desmineralización ósea acelerada, lo cual es un factor de riesgo para padecer osteoporosis, fracturas vertebrales, deformaciones articulares independientemente del estilo de vida y factores genéticos», aseguró Barroso.

Luego, Barroso agregó, que los cigarrillos influyen negativamente sobre la microcirculación de los discos de la columna causando cambio degenerativos que al largo tiempo pueden producir limitaciones físicas importantes caracterizadas por atrofias musculares, sensación de adormecimiento, pesadez y hormigueo de las piernas.

Los fumadores tienen más probabilidad de sufrir lesiones como bursitis, tendinitis, esguinces y fracturas, además de terner peor cicratización de heridas, lo que hace que las fracturas duren más en curarse que las de un no fumador.

Los que deciden dejar de fumar pueden ayudar a su cuerpo a recuperar sus funciones, así que date una oportunidad para dejar de fumar, pues en el momento que lo dejes comenzarás a notar los cambios.

• Un día después de dejar el cigarro aumenta los niveles de oxígeno en la sangre, se recupera el olfato y la comida sabe mejor
• A los 3 meses se disminuye la tos, congestión nasal y la fatiga
• Al año los riesgos de enfermedades cardiovasculares disminuyen
• Después de 10 años el riesgo de cáncer de pulmón se reduce un 30-50%
• Pasando los 15-20 años el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, cáncer de pulmón, esófago, garganta o vejiga es el mismo que de un no fumador.