por: AFP
26/05/2016 | 9:23 am
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Las potencias mundiales del G7 iniciaron el jueves una cumbre de dos días en Japón con la mirada puesta en la renqueante economía mundial y en la creciente influencia de China, fuente de tensiones en la región Asia-pacífico.
El cónclave entre los jefes de Estado y de Gobierno de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá y del anfitrión Japón se lleva a cabo en Ise-Shima, una zona montañosa a unos 300 kilómetros al sudoeste de Tokio.
Los mandatarios recorrieron el jueves un santuario shintoista, una religión nativa de Japón. El viernes irán a Hiroshima, arrasada por un bombardeo nuclear estadounidense en 1945. La presencia de Barack Obama, primer presidente estadounidense en funciones que visita la ciudad, reforzará el carácter simbólico de esa visita.
La situación de la economía mundial focalizará las discusiones de los participantes, aunque no se espera que zanjen las disprepancias entre quienes proponen, como Japón, abrir las billeteras para dinamizar el crecimiento o al contrario, como Alemania, ahorrar más para sanear las cuentas.
La migración, ‘crisis global’
China, segunda economía mundial por el volumen de su PIB total, no forma parte del G7, pero estará muy presente en las discusiones, debido a las fricciones que causa la constante reafirmación de sus reivindicaciones sobre la práctica totalidad de los mares de China Oriental y de China Meridional.
Estados Unidos y Japón buscan unificar esfuerzos para contrarrestar esa ofensiva, en apoyo a los pequeños países que tienen litigios territoriales con Pekín.
El G7 también abordará la crisis de los refugiados en Europa, provocada por éxodos masivos de personas que huyen las guerras y la miseria de Medio Oriente, Asia y África.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, afirmó el jueves, tras llegar a Ise-Shima, que esa crisis concierne a todo el mundo, y no solo a la Unión Europea.
“Sabemos que por cuestiones geográficas la mayor responsabilidad recae, y seguirá recayendo, en Europa. Pero también quisiéramos que la comunidad internacional demuestre solidaridad y reconozca que se trata de una crisis global”, agregó.
Los dirigentes del G7 abordarán igualmente, sin duda alguna, las preocupaciones que causa el referéndum en el cual los británicos dirán el 23 de junio si quieren permanecer en la Unión Europea o romper con ella.