por: Marca
05/05/2016 | 3:00 pm
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A José Mourinho siempre se le reprochó su incapacidad para llevar al Real Madrid a la conquista de Europa. Su tope fueron las semifinales, tres consecutivas, y él se vanagloriaba de ello con torpeza sin saber que la exigencia del club blanco estaba muy por encima de esos alardes, aunque el equipo blanco viniera de una época de impotencia, con seis temporadas seguidas no superando la ronda de octavos.
A Pep Guardiola le ha ocurrido en el Bayern prácticamente lo mismo que a Mou. Tres intentos fallidos de abordaje a la final. A diferencia del entrenador luso, que recogió a un equipo de las cenizas del 2-6 y en la mejor época del Barça, su gran rival, el técnico catalán heredó al campeón de la Champions, a un equipo hegemónico en Alemania, en lo deportivo y en lo económico.
Desde esta perspectiva, tomando como baremo la competencia en Europa, el paso de Guardiola por Múnich ha sido una gran decepción. Cuando se habla de la figura de Pep como si fuera el protagonista de los Cantares de Gesta, parece inevitable esperar más, lo máximo, pero las expectativas fueron por un lado y Pep por otro.
Se presentó a un examen en tres escuelas distintas. Y suspendió. Primero fue humillado por el equipo de atletas, el Madrid. Al año siguiente, el Barça, un rival de corte opuesto al blanco, también le zarandeó. El pasado martes fue el Atleti, la versión 3.0 del autobús de Maguregui, que hace de la resistencia una virtud. Como el fútbol es tan grande cabe todo y toca abrir la mente y celebrar la variedad, también el plan de Simeone. Pep no acertó a contrarrestar ninguna de las tres propuestas con la suya, tan celebrada hasta la saciedad. Seguramente, sólo en la última de las tres semifinales su equipo mereció el pase.
Vivir es fácil con los ojos cerrados, que diría Lennon, y ganar Copas de Europa con Messi es mucho más sencillo. Sin el manto celestial del 10 todo se ha complicado, incluso para Pep, que es top, pero toca recordar que el fútbol no lo inventó ningún entrenador. Siempre fue patrimonio de los grandes futbolistas.