por: Eleconomista.es
15/07/2016 | 5:46 pm
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Las Fuerzas Armadas turcas han dado un golpe de Estado «para garantizar la democracia y el respeto a los Derechos Humanos» y han tomado como rehén al jefe del Estado Mayor, Hulusi Akar. El presidente otomano, Recep Tayyip Erdogan, ha hecho un llamamiento a sus seguidores a salir a la calle y ha avanzado en una vídeollamada a la CNN turca que pedirá asilo en Alemania. Horas antes, el primer ministro, Binali Yildirim, explicaba en los medios sus desesos de sofocar la intentona. La lira turca cae con fuerza frente al dólar.
«El Ejército se hizo cargo totalmente para restaurar la democracia. Todos los acuerdos internacionales serán vigentes. Esperamos mantener nuestras buenas relaciones con todos los países», señala el Estado Mayor.
Del mismo modo, la televisión estatal TRT ha leído un comunicado castrense en el que anuncian «la toma de control» y la creación de un «consejo de la paz» que garantizará la seguridad «independientemente de raza, lengua o religión». La TRT también ha anunciado el inicio de un «proceso constituyente» ante la «erosión del imperio de la ley y de la democracia secular por parte del actual Gobierno». El anuncio ha culminado con la declaración de la ley marcial y un toque de queda.
Erdogan, un islamista declarado, ya había tenido varios encontronazos con el Ejército, un abanderado del poder laico. Ahora mismo, se encuentra en paradero desconocido.
Despliegue en Ankara y Estambul
Aviones y helicópteros militares han sobrevolado Ankara y Estambul, las dos ciudades más importantes. En Ankara, la capital, se han podido escuchar disparos, incluso disparos cerca del cuartel del Estado Mayor. También se habría tiroteado la sede del Espionaje turco.
Mientras, en Estambul, la Gendarmería ha cerrado al tráfico los puentes Bósforo y Fatih Sultan Mehmet, que cruzan el estrecho. Además, la CNN turca asegura que los soldados han cercado la sede del Partido de la Justicia y del Desarrollo (AKP), el grupo político de Erdogan.
Los tanques también se han desplazado en el Aeropuerto Internacional Mustafa Kemal Atatürk, que el pasado 28 de junio sufrió un atentado terrorista que se saldó con 43 muertos. Los vuelos han quedado suspendidos.
Asimismo, la televisión turca estatal ha sufrido un apagón y las redes sociales se han bloqueado en todo el país, en virtud a la nueva legislación de censura de internet.