por: Edgar Pilca
28/05/2023 | 11:30 am
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El Gobierno de Alemania endureció su política migratoria tras adoptar una nueva serie de medidas para los solicitantes de asilo.
Tras una reunión con los 16 líderes locales, el canciller Olaf Scholz informó que ahora Berlín incluirá controles más estrictos en las fronteras, mayores exigencias para otorgar asilo a refugiados, detenciones y un aumento en la suma destinada a los municipios que hacen frente a los recién llegados.
«La principal tarea a la que nos enfrentamos es controlar la migración irregular y, por supuesto, también limitarla», dijo el funcionario.
En primer lugar, el Gobierno alemán modernizará sus sistemas informáticos para procesar las solicitudes de asilo o visa más rápido.
Por lo tanto, los solicitantes que aprueben todos los requisitos podrán obtener el asilo, mientras que los rechazados serán expulsados de manera expedita.
En paralelo, el Ejecutivo germano ampliará el plazo de detención de migrantes de 10 a 28 días con miras a una posible expulsión del país.
Asimismo, otorgarán mil millones de euros como ayuda adicional para apoyar a todos los municipios que reciben y atienden migrantes.
Por otro lado, la nueva normativa estipula tener un control policial sistemático en las fronteras con los países vecinos mediante acuerdos, en aras de controlar a los migrantes que busquen ingresar por dichas zonas.
Organizaciones defensoras de derechos humanos rechazaron esta política migratoria, ya que a su juicio supone el abandono de los procedimientos constitucionales de asilo y el cese de la protección de los refugiados en territorio europeo.