por: Elena Velásquez
30/06/2024 | 10:00 am
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Durante un encuentro en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Suiza, el Vaticano insistió en que se debe avanzar en la prohibición de la práctica de los “vientres de alquiler”.
Como parte del evento “¿A qué precio? Hacia la abolición de los vientres de alquiler: prevenir la explotación y la mercantilización de mujeres y niños”, la portavoz de la Santa Sede, Gabriella Gambino, aseguró que la maternidad subrogada constituye “una grave violación de la dignidad y los derechos de las mujeres y niños”.
“No todas las formas de engendrar son lícitas (…) no existe un derecho al hijo en términos estrictamente jurídicos que pueda justificar cualquier práctica procreativa”, dijo.
En este sentido, señaló que tales prácticas fomentan “la despersonalización, comercialización y explotación de la mujer” y que, una de las más graves consecuencias de esto es “la cosificación del niño”.
Asimismo, destacó que el “alquiler de vientres” es “una forma de contractualización de las relaciones humanas fundamentales, destinada a afectar para siempre a la identidad y la vida de los sujetos implicados” y denunció que, hasta la fecha, esta situación sigue siendo una de las “causas de la explotación transnacional de mujeres y niños”.
En vista de ello, Gambino exhortó a las naciones a lograr “un consenso mundial” contra esta suerte de “turismo procreativo”, recordando que la postura de la Iglesia, mostrada en la Declaración Dignitas infinita; refiere “que todo niño tiene derecho a tener un origen plenamente humano y a recibir el don de una vida que manifieste la dignidad de quien la da y de quien la recibe”.