por: Yesimar Gerdler
26/04/2022 | 1:00 pm
DW
Fuentes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmaron que una segunda persona falleció este lunes, 25 de abril, por el nuevo brote de ébola declarado el fin de semana en el noroeste de la República Democrática del Congo (RDC).
En una llamada telefónica con la agencia Efe, una portavoz de la oficina del organismo para África indicó que la muerte se registró en la ciudad norteña de Mbandaka, capital de la provincia noroccidental de Ecuador; y se trataba de una mujer de 25 años que comenzó a experimentar síntomas hace dos semanas.
De acuerdo a lo detallado por la OMS a través de la red social Twitter, la paciente se trataba de un contacto de «alto riesgo», puesto que era cuñada del primer fallecido.
Por su parte, el coordinador de los programas contra el ébola en esta nación africana, Steave Ahuka, indicó que las autoridades del país declararon el pasado sábado, 23 de abril, un nuevo brote de la enfermedad en el país, el cual vendría a ser el decimocuarto de su tipo, tras confirmar un nuevo caso en la misma localidad.
La víctima, de 31 años, empezó a sangrar persistentemente el pasado jueves, 21 de abril, mientras era atendido en un centro de salud luego de presentar algunos síntomas y falleció el viernes 22; convirtiéndose en el primer caso de ébola registrado en la RDC desde que la OMS anunciara, el pasado 16 de diciembre del 2021, el fin del decimotercer brote de la enfermedad, que provocó 11 casos y seis muertos en la provincia de Kivu del Norte.
Según la misma fuente, las autoridades sanitarias locales rastrearon y se encuentran monitorizando un total de 145 contactos y «la campaña de vacunación empezará pronto».
De acuerdo a los datos del organismo, el noreste del país vivió entre 2018 y 2020 el peor brote de ébola de su historia, con al menos 2 mil 299 muertos; mientras que, del 2014 al 2016, más de 11 mil 300 personas fallecieron en toda África occidental.
Es importante señalar que esta patología fue descubierta en la nación congoleña en 1976 y se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados; provocando una fiebre repentina y alta, debilidad intensa, dolor muscular, de cabeza y de garganta, además de vómitos y hemorragias graves, pudiendo alcanzar una tasa de mortalidad del 90%.