por: Elena Velásquez
23/09/2023 | 2:00 pm
El Economista
Según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), actualmente, la inseguridad alimentaria es un problema que afecta a casi el 30% de la población mundial.
De acuerdo con un reciente estudio del organismo, la situación afecta a todos los países del mundo, puesto que aunque se han registrado «mejorías» en los precios de los alimentos, estos siguen siendo «anormalmente altos», llegando a superar en más de 5% la tasa media reportada entre 2015 y 2019.
En este sentido, se conoció que Asia y el norte de África son las regiones donde el valor de los alimentos son más altos, aunque el director de la división de estadísticas de la FAO, Jose Rosero Moncayo, aseguró que «la desigualdad y la falta de garantías para acceder a alimentos se encuentran tanto en países ricos como pobres».
A propósito de esto, reconoció que «en los países desarrollados esa inseguridad es del 7,6% y en zonas como el África subsahariana supera el 67,2%», mientras que las estimaciones refieren que, para 2022, el hambre afectó a entre 691 millones y 783 millones de personas en todo el planeta.
En relación a esto, el encargado señaló que los efectos de la pandemia del Covid-19, el cambio climático y los conflictos armados han «erosionado prácticamente todos los avances realizados durante la década anterior», por lo que teniendo en cuenta que «los conflictos, los eventos climáticos extremos y las oscilaciones económicas son una realidad que no desaparecerá»; a su juicio es necesario «transformar los sistemas agroalimentarios con mayor resiliencia».
Al respecto de esto, Moncayo recordó que, hoy por hoy, estamos «lejos de mantener la diversidad genética de plantas y animales necesarios para la alimentación» y los pequeños productores «reciben unos ingresos de menos de la mitad de los grandes explotadores».