por: Edgar Pilca
08/06/2025 | 9:30 am
EFE/EPA/GOBIERNO DE MANITOBA
El Servicio de Vigilancia de la Atmósfera de Copernicus confirmó una vez más lo que los patrones climáticos sugerÃan: el denso humo de los incendios forestales que asolan Canadá logró cruzar el Océano Atlántico y alcanzó el continente europeo.
Este fenómeno, que ya se observó con intensidad en el pasado, subraya la vasta escala de estos eventos y la interconexión de nuestra atmósfera global.
Según los datos recopilados por varios satélites, se documentó un significativo transporte de humo a larga distancia. Una primera pluma de humo, viajando a gran altitud, fue detectada cruzando la región mediterránea entre el 18 y el 19 de mayo, llegando incluso a Grecia y el Mediterráneo oriental.
Posteriormente, una segunda columna, de dimensiones aún mayores, emprendió su viaje transatlántico a finales de mayo, haciendo su entrada en el noroeste de Europa el pasado 01 de junio. Los expertos de Copernicus advierten que se espera la llegada de más plumas de humo en los próximos dÃas.
Este humo, que se desplaza en las capas más altas de la atmósfera, ha sido responsable de fenómenos visuales como cielos brumosos y espectaculares puestas de sol teñidas de rojizos o anaranjados en varias zonas de Europa occidental, incluyendo la PenÃnsula Ibérica, las Islas Británicas y el noroeste de Francia.
Aunque Copernicus señaló que, por lo general, estas concentraciones de humo en altitud no deberÃan tener un impacto significativo en la calidad del aire a nivel de superficie, la situación reitera la capacidad de estos eventos extremos para afectar regiones distantes.
La llegada del humo de Canadá a Europa no es un precedente aislado; ya en 2023 se vivió una situación similar. Estos eventos recurrentes son una prueba palpable de cómo los complejos sistemas de viento y las corrientes atmosféricas pueden actuar como autopistas invisibles, transportando partÃculas de contaminación a miles de kilómetros de sus puntos de origen.