por: Yorman Sarmiento
11/12/2024 | 9:30 am
Referencial-Pexels
En Brasil, miles de ciudadanos salieron a las calles para “proteger la democracia” y pedir que sea encarcelado el expresidente del país, Jair Bolsonaro, así como de todos los involucrados en la trama golpista que planificaba envenenar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva y evitar su llegada al poder.
Las protestas fueron protagonizadas por el principal sindicato de Brasil, la Central Única de los Trabajadores (CUT) , junto a organizaciones sociales, quienes emprendieron marchas en más de 20 estados bajo el lema “Sin amnistía para los golpistas”.
A pesar que se esperaba una baja participación debido al clima, las cercanías del Museo de Arte de Sao Paulo se llenaron de pancartas, en las que solicitaban cárcel para Bolsonaro.
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Al respecto, el presidente del sindicato de la construcción de Guarulhos, Marcelo Ferreira, destacó que las pruebas contra el actual líder de la derecha brasileña “son muy claras”, “abrumadoras” y “extremadamente graves”.
Misma opinión la ofreció Hugo Fantom, militante de la Central de Movimientos Populares, quien señaló que “sin presión popular” es “difícil” que Bolsonaro “pague por los crímenes que ha cometido”.
Luego que Bolsonaro fue señalado por la policía de tener “pleno conocimiento” del plan para asesinar a Lula, el exmandatario admitió haber estudiado la posibilidad de aprobar un decreto para ordenar una intervención militar en 2022, sin embargo, destacó que esta medida no se puso en práctica y que estaría amparada en la Constitución.
En la actualidad, la causa está en manos de la Fiscalía General de la República, para que sean evaluadas las pruebas presentadas y definir si pide más información a los funcionarios policiales, lo que retrasaría el proceso.