por: Yorman Sarmiento
26/11/2024 | 12:30 pm
@erix_menendez_
Hasta el mes de enero fue pospuesta la decisión de un juez de revisar la sentencia contra Erik y Lyle Menéndez por el asesinato de sus padres hace 35 años, en una mansión de Beverly Hills. La medida acaba con la esperanza de la familia de tener a los hermanos para las fiestas de fin de año.
En una audiencia, el juez de la Corte Superior, Michael Jesic, expresó que necesitaba tiempo para revisar las 17 cajas que contienen documentos, y con ellos dar tiempo al nuevo fiscal de distrito, en el condado de Los Ángeles, para que se pronuncie al respecto.
“No estoy listo para proceder”, dijo Jersic.
Además, el juez fijó la audiencia para la solicitud de una nueva sentencia para el 30 de enero, en lugar del 11 de diciembre, como estaba estimado en principio.
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Cabe destacar que los hermanos tenían previsto participar en la audiencia, sin embargo, problemas técnicos les impidieron estar de manera virtual desde una prisión de San Diego.
Los hermanos fueron declarados culpables de asesinar a Jose y Kitty Menendez en 1989 y condenados a cadena perpetua sin libertad condicional.
Sin embargo, los abogados defensores dijeron en el juicio que los hermanos fueron víctimas de abuso sexual por parte de su padre, no obstante, los fiscales lo negaron y los acusaron de matar a sus progenitores por dinero.
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Durante algunos años, la decisión fue apelada sin éxito. En la actualidad, a los 53 y 56 años, Erik y Lyle Menendez, están intentado nuevamente obtener su libertad, a través de una petición de habeas corpus, una solicitud para que un tribunal examine si alguien está siendo detenido legalmente.
Vale acotar que Jesic autorizó que las dos tías de los hermanos testificaran el lunes, después que su abogado argumentara que les fue difícil viajar para la audiencia.
En este sentido, Joan Andersen VanderMolen, la hermana de Kitty Menendez que cumple 93 años el martes, y Teresita Baralt, de 85 años y hermana mayor de Jose, exigieron la libertad de sus sobrinos, al tiempo que dijeron que 35 años era mucho tiempo para los hermanos después de sufrir abusos siendo niños.