por: Elena Velásquez
22/10/2023 | 2:00 pm
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Recientemente, Suecia ha apostado por una estrategia educativa que priorice el uso de libros por encima del uso de dispositivos tecnológicos.
A propósito de esto, la actual ministra de Educación, Lotta Edholm, decidió poner en pausa la estrategia de la Agencia Nacional de Educación Escolar (Skolverket) en su plan digital, como una alternativa para atajar la reducción de la capacidad de lectura que se ha registrado entre los niños y jóvenes.
«El informe Pirls (sobre comprensión lectora) es una señal de que tenemos una crisis de lectura en las escuelas suecas (…) En el futuro, el Gobierno quiere ver más libros de texto y menos tiempo de pantalla en la escuela», dijo al respecto.
En este sentido, la titular del despacho sueco insistió en que la enseñanza impartida en las escuelas debe «centrarse en competencias básicas como la lectura, la escritura y el cálculo», puesto que estas tres vertientes son imprescindibles para el «aprendizaje global».
En relación a ello, Edholm señaló que, aunque no se niega que los menores requieran competencias digitales y que los dispositivos tecnológicos también aportan al aprendizaje, es necesario que se ponga énfasis en las ventajas del papel, las cuales a su juicio, no pueden ser sustituidas por ninguna tableta u pantalla.
Por esto, el Gobierno sueco ya ha indicado que «desbloqueará 685 millones de coronas (60 millones de euros) este año y 500 millones (44 millones de euros) anuales en 2024 y 2025, para acelerar el regreso de los libros de texto a las escuelas» y «garantizar un libro por alumno y por asignatura».
Asimismo, se han realizado inversiones que asciende a unos 4 millones de euros para la adquisición de material escolar didáctico, orientado al desarrollo del lenguaje, la lectura y la escritura.