Ucrania: Situación de Mariúpol es considerada un masivo crimen de guerra

A juicio del alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, las acciones de Rusia en Mariúpol, al sureste de Ucrania; constituyen un «masivo crimen de guerra».

«Lo que está pasando en Mariúpol es un masivo crimen de guerra, destruyendo todo, bombardeando y matando a todo el mundo, de forma indiscriminada (…) Esto es algo horrible, tenemos que condenarlo en los términos más firmes», expresó.

Por su parte, el ministro ucraniano de Defensa, Oleksii Reznikov, exaltó la fuerte resistencia que ha ofrecido Mariúpol frente a los constantes bombardeos que recibe, pues su defensa de la ciudad no solo ha impedido la ocupación completa de la misma, sino la «salvación» de otras ciudades.

«Los heroicos defensores de Mariúpol han jugado un papel muy importante en la destrucción de los planes del enemigo y en la mejora de nuestra defensa (…) Gracias a su coraje se han salvado decenas de miles de vidas en toda Ucrania (…) Hoy Mariupol está salvando Kiev, Dnipro y Odesa (…) Todo el mundo debe entender esto», aseveró.

Además, destacó que a casi un mes del inicio de la invasión rusa, las tropas del gigante euroasiático han perdido al menos mil 500 vehículos blindados, 500 tanques, 120 helicópteros y 100 aviones en combate, y que actualmente, están recibiendo «dolorosos golpes» en Chernigov, Kharkiv​ y Sumy.

Ante este panorama, las fuerzas separatistas prorrusas del este ucraniano reconocieron que tomar el control de Mariúpol «no es un asunto de dos o tres días, y ni siquiera de una semana».

En este sentido, el líder de los separatistas de Donetsk, Denís Pushilin, admitió que no es optimista respecto al dominio de la ciudad, porque en ella permanecen «varios miles de batallones nacionalistas ucranianos» que, hasta la fecha, se niegan a abandonar el lugar y deponer las armas.

En relación a esto, el Ministerio de Defensa ruso afirmó que las fuerzas ucranianas que abandonen la armas podrán abandonar la zona de forma «segura y sin que su vida corra peligro», y afirmaron que las tropas rusas han estado organizando corredores humanitarios, por lo que las denuncias de que no han permitido la salida de refugiados «son una completa mentira».

Mientras tanto, la fiscalía general ucraniana señaló que, hasta el momento, la cifra de fallecidos en el bombardeo contra un centro comercial en Kiev, asciende a ocho víctimas, aunque no se descarta que el número se incremente en las próximas horas a medida que los cuerpos de rescate continúen sus labores en el sitio.

Al respecto de esto, el ente informó que se abrió una investigación por «violación de las leyes y costumbres de guerra», puesto que en el ataque perpetrado por las tropas rusas que permanecen en el distrito de Podilsk, «se utilizaron medios de guerra prohibidos por el derecho internacional», por lo que el suceso solo puede calificarse como un «homicidio intencionado».

Posteriormente, el alcalde de la capital ucraniana, Vitali Klitschko, anunció un nuevo toque de queda que se aplicará en la ciudad y su área metropolitana, a partir de este lunes a las 20:00 (hora local) y hasta el miércoles a las 07:00 horas.

En un video difundido en sus redes sociales, el mandatario local instó a la ciudadanía a «extremar las precauciones» que requiere el caso, pues las farmacias, tiendas y gasolineras permanecerán cerrados; y siguiendo la ley marcial, solo podrán movilizarse por la zona las personas que posean pases especiales.

Por el lado de Rusia, el portavoz del Ministerio de Defensa, �gor Konashénkov, informó que durante la noche de este domingo, 20 de marzo, la aviación militar y táctico-operativa rusa destruyó 44 instalaciones militares de Ucrania.

En otros aspectos del conflicto, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que los avances en las negociaciones no son los deseados por ninguna de las partes, por lo que considera que todavía no hay las condiciones para que se produzca un encuentro entre el mandatario ruso, Vladímir Putin, y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski.

Asimismo, reiteró que Rusia se mantiene firme en su posición de no establecer un alto el fuego mientras se producen las negociaciones, pues cualquier eventual pausa de los ataques permite que las «formaciones nacionalistas» de Ucrania se «reagrupen» y continúen su asedio contra las tropas rusas.

Cabe destacar que, en sus últimas declaraciones, el Presidente ucraniano aseguró estar preparado para sentarse frente a frente con su homólogo ruso y buscar el fin de la guerra, pero reiteró que no reconocerá ni la supuesta soberanía de Rusia sobre el territorio de Crimea (anexado a la nación euroasiática en 2014), ni la autoproclamada independencia del Donbás (específicamente de las provincias separatistas de Donetsk y Lugansk).