por: Zulymar Gutiérrez
14/09/2017 | 3:10 pm
AP
El acusado ex-presidente Luiz Inácio Lula Da Silva, debió comparecer este miércoles ante el Tribunal que sigue su caso, donde afirmó que es víctima de una «cacería de brujas» y por ello, ha sido acusado.
Ante la corte brasileña señaló que los cargos de corrupción en su contra son con fines perjudiciales hacia su persona y cuestionó la imparcialidad del juez.
La audiencia de Lula Da Silva, fue en la ciudad de Curitiba, en el sureste del país. Esta es la segunda ocasión que se encuentra con el juez Sergio Moro, el encargado de su expediente.
En el pasado, el ex-mandatario debió comparecer ante Moro, frente a quien se mostró desafiante durante la audiencia correspondiente a otro caso, sin embargo el juez lo halló responsable de los cargos que se le imputaban.
Por su parte, el pasado miércoles 13 de septiembre, Lula Da Silva compareció para responder ante las acusaciones en su contra que lo señalan como corrupto, al presuntamente aceptar un arreglo en el que la compañía constructora Odebrecht adquiriría un terreno que debía ser destinado para las nuevas instalaciones del Instituto Lula.
Lula tiene varios cargos pendientes. El expresidente ha rechazado ser partícipe de cualquier irregularidad y afirma que las acusaciones tienen fines políticos.
Recordemos que, Antonio Palocci, quien fue el ministro de Finanzas del gobierno de Lula, ha sido encarcelado desde hace un año, y fue quien corroboró la acusación en este caso. Ante esta acción, Lula despreció a Palocci en sus declaraciones.
A las afueras del Tribunal, es común conseguir a simpatizantes de Lula, vestidos de rojo y con pancartas que apoyan al acusado.
En este caso, Moro y Lula han sido los protagonistas principales de la historia, los simpatizantes de cada parte suele aparecer en cada audiencia para demostrar su apoyo ante lo que han definido como la investigación de «Autolavado».
Odebrecht fue una de las compañías en el centro de la red de sobornos. Pero el enfoque ha cambiado recientemente a JBS, la mayor empacadora de carne del mundo y cuyos ejecutivos han confesado el pago de millones de dólares para asegurar favores políticos y legislativos.