por: Inés Reyes
03/10/2017 | 3:39 pm
AP
La muerte de Hugh Hefner marca también el fin de la era de la famosa Mansión de Playboy, que recibió a personalidades de todo el mundo y albergó grandes fiestas y eventos sociales donde todo podía pasar.
La mansión incluía las oficinas de Hefner, su habitación, una sala de cine, una biblioteca y los archivos personales del magnate. En la parte trasera había una cantidad de animales digna de un zoológico, entre ellos flamencos, pavos reales y monos.
También estaba la Grotto, como le decían a la piscina con aspecto de cueva que fue escenario de muchas de las aventuras que tuvieron lugar en la mansión.
Aunque, tras el fallecimiento de Hefner la semana pasada a los 91 años, la mansión será fusionada con otra propiedad contigua de la cual formó parte cuando fue construida hace casi un siglo.
Daren Matropoulos, magnate dueño de la propiedad contigua, adquirió los terrenos de la mansión, unas dos hectáreas, el año pasado en 100 millones de dólares, con el compromiso de que Hefner podía seguir usándola hasta su muerte. Después de su deceso, volvería a ser parte de la propiedad original.
La mansión fue construida en la década de 1920, como parte de una propiedad que incluía ambos terrenos. Hefner organizaba todo tipo de eventos en la mansión, incluida la selección de la Playmate del Año. Allí reunía a conejitas de distintas épocas y las invitaba a comer en mesas con elegantes arreglos en los jardines.