por: Yorman Sarmiento
03/12/2022 | 5:30 pm
Correo del Caroní
Según un informe revelado por la ONG Clima 21, el 35% de los indígenas que viven en zonas de Canaima, lugar donde se practica la minería, presentan niveles de mercurio que sobrepasan el estándar permisible que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De acuerdo con la investigación, las dificultades ambientales en Canaima y su repercusión en la población pemón se presenta desde 2001, al momento que inició la explotación del oro y otros minerales a cargo el Estado, iniciando así el apogeo de la minería ilegal.
Asimismo, reveló la existencia de 15 lugares mineros que se ubican dentro del área del Parque Nacional Canaima, mientras que existen 17 zonas adyacentes.
Lo anterior genera consecuencias ambientales que son negativas, debido al aumento de mercurio en los caudales de los ríos y caños que se encuentran en las zonas cercanas a las mineras, por lo cual, los indígenas están obligados a consumir agua contaminada.
En los últimos años, debido a la precaria condición en las que viven los indígenas, producto del efecto de la economía minera y la situación del país, hizo que muchas comunidades se dedicaras a las actividades propias de la explotación minera, con la intención de poder sobrevivir.
Según la investigación, una exposición prolongada al mercurio, bien sea en cantidades pequeñas, pueden generar graves problemas a la salud de los indígenas en Canaima.
En este sentido, alguna de las reacciones adversas de este mineral se da en relación al desarrollo intrauterino, además, ser toxico para los sistemas nervioso e inmunitario y puede afectar el aparato digestivo, la piel, pulmones, riñones y ojos.