por: Elena Velásquez
04/10/2025 | 9:30 am
AP Foto/Ariana Cubillos
El próximo 19 de octubre, la madre Carmen Rendiles será canonizada como la primera venezolana en alcanzar la santidad universal.
Tras la aprobación de la causa para su canonización, la religiosa caraqueña será elevada a los altares (junto al doctor José Gregorio Hernández) en una ceremonia oficiada por el Papa León XIV en la BasÃlica de San Pedro, en Roma.
Nacida el 11 de agosto de 1903 bajo el nombre de Carmen Elena Rendiles MartÃnez, la madre Carmen llevó una vida de fe que muchos años después se tradujo en un legado milagroso.
En el año 1927 entró a la Congregación de las Siervas de la EucaristÃa y, tras completar su noviciado en Francia, volvió a su paÃs natal para fundar la Congregación de las Siervas de Jesús de Venezuela en 1965.
A través de su congregación, la religiosa dedicó su vida a la educación de niños pobres y la atención a los marginados, por lo que en el seno de su hermandad se considera que su historia está marcada por «la humildad, la obediencia y una valentÃa sencilla en la fe».
«Dios nos está regalando a una madre Carmen santa que desde el inicio de su vida, en medio de su familia, vivió cristianamente. En medio de nueve hermanos, madre Carmen crece como lÃder y, como todos sabemos, le faltaba el brazo izquierdo, pero esto no obstaculizó su vida ni su crecimiento», dijo al respecto la vicepostuladora de su causa, madre Rosa MarÃa RÃos.
Sin embargo, como todo ser, su vida hubo de apagarse y asÃ, el 09 de mayo de 1977 falleció en Caracas y sus restos fueron sepultados en el Colegio Belén, pero su legado de fe no quedó solo en obras tangibles, sino también en milagros que Dios realizó bajo su intercesión.
Justamente, la madre Rosa MarÃa RÃos relató en una entrevista la gracia que ha permitido que madre Carmen sea proclamada santa de la Iglesia católica:
«Una curación milagrosa de una joven de Caracas que estaba sufriendo una meningoencefalitis bacteriana, una gran infección en el sistema nervioso central. Se le realizaron cinco operaciones, ninguna de estas operaciones logró mejorarla y de la noche a la mañana, Fabiola Abreu mejoró súbitamente. Le retiraron sondas, se alimentaba a través de sondas, estaba invalidada en todas sus funciones y ese dÃa dio los primeros pasos; tanto que el siguiente domingo pudo ir ella misma al Colegio Belén a donde están los restos de la madre Carmen a darle gracias por su sanación. Hoy esta joven está totalmente sana y nos va a acompañar a Roma».