por: María Fernanda Pérez
09/04/2023 | 11:00 am
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La brecha salarial, lejos de ser un mito, resulta ser la cruda realidad de muchas mujeres venezolanas.
Según una investigación efectuada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en el país, el sexo femenino gana aproximadamente 21,79% menos que los hombres.
Esta brecha de género en el ámbito laboral nacional alcanzó sus mínimos históricos en los primeros 10 años del siglo XXI, pero, a pesar de los avances, esto se revirtió como consecuencia de la crisis humanitaria y los efectos de la pandemia.
Según el informe que profundiza en los datos arrojado en la Encuesta Nacional de Hogares desde su edición de 2010 hasta 2015, y la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) desde 2016 hasta 2021, la participación laboral de las mujeres bajó de 43% a 37%, igualando así la cifra de 1990.
Efectos de la pandemia
Asimismo, la pandemia ocasionada por el Covid-19 provocó que la cifra de mujeres que no trabajan o estudian alcanzara el 42%. Para el economista Omar Zambrano, esto es un agravante de la situación de la población femenina en edad productiva, pues representa un retraso en la cualificación de la fuerza laboral y, por ende, afecta al crecimiento de la economía nacional a largo plazo.
Por otra parte, la directora de la ONG Feminismo INC, Susana Reina, sostuvo que también existe una desigualdad de tareas del hogar como las domésticas, cuidado a niños, personas de la tercera edad, enfermas o discapacidad.
Todos estos factores las vuelven menos competitivas y más vulnerables.
De acuerdo a cifras emitidas por la Encovi, esto es una realidad, ya que para el 2020, cuando comenzó el confinamiento, el 7,6% de las mujeres, no podía buscar empleo o se veían obligadas a abandonar el que tenía para cuidar de sus hijos y darles acompañamiento escolar.
Igualmente, según una investigación hecha por el Centro para el Desarrollo Económico (Equilibrium CenDE) al menos 10% de las mujeres se dedica exclusivamente al trabajo doméstico no remunerado, hecho común para las que están entre los 40 y 60 años.
Es así que la responsabilidad de velar por los niños en casa es asumida en un 78% por las madres y solo un 4% por los padres, por lo que la directora de Feminismo Inc sostiene que estos son factores influyentes por los que las mujeres no suelen ocupar cargos directivos y se conforman con los de baja cualificación.
Mujeres en el sector informal
Por estas condiciones, las mujeres pasan a optar por el mercado informal
“Esto explica en parte por qué las mujeres perciben menos ingresos, pues es un sector que no tiene los mismos beneficios que el formal”, comentó Reina.
Inclusive, cuando logran formar parte del sector formal, las mujeres suelen ser vistas como “empleados menos productivos”, ya que pueden pedir permisos por maternidad, lactancia, o actividades relacionadas con el cuidado de los hijos, discapacitados o adultos mayores, por lo que las oportunidades de conseguir empleos mejor remunerados se ven afectadas.
Por otra parte, las mujeres venezolanas suelen ocupar más cargos en la administración pública.
“Los salarios de este sector son los más bajos de la economía venezolana, lo que influye y explica gran parte de la brecha salarial existente”, expresó Zambrano.
Es así, que los bajos ingresos que perciben las hacen más vulnerables y propensas a vivir explotación laboral.
«No solo cumplen con un empleo principal, sino que se ven en la necesidad de tener otros para poder subsistir (…) Aumentan las cargas horarias y encima tienen la responsabilidad del cuidado de la casa (…) Las mujeres se están sacrificando para que el núcleo familiar tenga una vida digna (…) También en Venezuela está el concepto de ver a la mujer con heroísmo porque es la que sale adelante, la que cría a los hijos, la que tiene varios trabajos para sacar adelante su casa (…) Este tema cultural arraigado de la mujer sacrificada, vista como heroína, sin duda ha impactado de manera diferenciada a aumentar la brecha salarial de género», explicó Gabriela Buada Blondell, directora de la ONG Caleidoscopio Humano.
Las consecuencias
A pesar de que la igualdad de remuneración por género es un derecho ante los ojos de la Organización Internacional del Trabajo desde 1919, este sigue siendo vulnerado.
La Encovi sostuvo que en un rol de director, los hombres pueden ganar hasta 16,85 dólares por hora, mientras que las mujeres en la misma posición ganan 5,67 dólares.
Por otra parte, la consultora «More Consulting», reveló que si bien las mujeres tienen, en su mayoría, un nivel de educación universitaria superior a la de los hombres, son ellos quienes ganan más.
Esta compleja problemática social pudiera revertirse, pero los expertos opinan que hay muchos factores en juego para ello.
«Hay un montón de políticas públicas que hay que asumir (…) En general, los países tienen programas dirigidos a reducir el costo que conlleva emplear a las mujeres», señaló Zambrano.
Por otro lado, Reina exteriorizó que “se deben desarrollar políticas flexibles que aborden el tema de la conciliación laboral familiar como un asunto que involucre también a los hombres, además de a los empleadores”.