El presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), magistrado Maikel Moreno, rechaza y condena el ataque terrorista que sufrió el Máximo Juzgado venezolano en la tarde de este martes, cuando desde un helicóptero se atentó contra su sede disparando y lanzando objetos explosivos que pusieron en peligro la integridad física de los trabajadores y trabajadoras que se encontraban dentro de sus instalaciones.
Luego de inspeccionar la zona afectada por el ataque, el presidente del TSJ, magistrado Maikel Moreno, calificó la acción como terrorista, «no se puede llamar de otra forma sino terrorismo». Asimismo aseguró que este tipo de acciones no van a amedrentar a los Magistrados y Magistradas, sino que al contrario los conseguirán más firmes en sus actuaciones enmarcadas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
A pesar de estos lamentables acontecimientos, el Magistrado-Presidente garantizó al pueblo venezolano que el Poder Judicial no se detendrá ni un segundo en su función constitucional de garantizar el acceso a la justicia, así como preservar la institucionalidad democrática y el Estado de Derecho en la Nación, cada día más independiente, libre y soberana que nos dejó El Libertador, Simón Bolívar.
Aun cuando estamos en proceso de revisión de los daños que ha ocasionado este acto, se puede afirmar que los 32 Magistrados y Magistradas de este Alto Tribunal han salido completamente ilesos. Así como también, los servidores y servidoras judiciales que se encontraban en el interior, y en sus alrededores, no sufrieron heridas, tampoco los peatones que transitaban en ese momento por la zona.
El Magistrado-Presidente reafirma hoy más que nunca su compromiso con el pueblo venezolano, con la Constitución y con las leyes de la República, es por ello que el mandato judicial no se verá intimidado por grupos irregulares ni por amedrentamientos injerencistas.
Además, reiteró su rechazo a cualquier tipo de manifestación o acción violenta que ponga en peligro la integridad de las personas, provoque daños materiales y cercene los derechos de los ciudadanos y ciudadanas, al tiempo que ratifica su llamado a la convivencia, al diálogo, al respeto y a la solidaridad, para continuar consolidando la cultura de paz que caracteriza al pueblo venezolano.