por: María Fernanda Pérez
15/07/2025 | 3:30 pm
Cortesía
La Universidad Simón Bolívar (USB) decició acatar la directriz del Consejo Nacional de Universidades (CNU) sobre la eliminación de las pruebas internas de admisión, posponiendo la publicación de los resultados de su Proceso MECE (Mecanismo para el Empoderamiento de Competencias Educativas) hasta que la Oficina de Planificación del Sector Universitario (Opsu) realice las asignaciones del Sistema Nacional de Ingreso (SNI) para la cohorte 2025. Esta decisión contrasta con la postura de la Universidad Central de Venezuela (UCV), que ha optado por mantener su propio mecanismo de admisión.
La determinación de la USB, comunicada a través de sus redes sociales, establece un cambio significativo en su tradicional proceso de admisión. Históricamente, la USB ha sido reconocida por su riguroso sistema de pruebas internas, complementado con programas como el PIO y el SIU, diseñados para fortalecer la formación académica de los estudiantes. Sin embargo, al supeditar los resultados del Proceso MECE a las asignaciones de la Opsu, las autoridades de la USB dan prioridad a las directrices gubernamentales sobre sus propios criterios de selección.
Esto es particularmente relevante considerando que la USB, al igual que otras universidades públicas, se encuentra intervenida por el Ejecutivo desde hace casi cuatro años, lo que, según críticos, ha erosionado su autonomía.
La Asociación de Profesores de la USB (Apusb) ha expresado su profunda preocupación ante esta situación. El profesor William Anseume, secretario de la Apusb, señaló en entrevista con Efecto Cocuyo que la postura de las autoridades interinas de la universidad es contraria a la tradición uesebista de priorizar las pruebas de admisión como mecanismo principal de ingreso.
Anseume manifestó la incertidumbre que genera la falta de información sobre cómo se implementará el Proceso MECE bajo las nuevas reglas del CNU. La Apusb se cuestiona si el MECE será reconocido como una excepción o si, por el contrario, comprometerá la calidad académica al ser relegado frente a las asignaciones del SNI.
La principal preocupación de la Apusb es la responsabilidad de la USB hacia los bachilleres y la necesidad de asegurar un proceso de admisión que fomente el éxito académico de los estudiantes. Anseume no descartó que la decisión del CNU de centralizar el control de los ingresos universitarios tenga motivaciones políticas, buscando, según él, la infiltración de las universidades con estudiantes afines al gobierno, lo que podría afectar la libertad académica y la dinámica en las aulas.
Ante este escenario, la Apusb ha hecho un llamado a las autoridades interinas de la USB a una mayor transparencia y comunicación. El gremio docente reitera su compromiso con la defensa de la autonomía universitaria, la calidad académica y el sostenimiento de la vida institucional.
«Hacemos un llamado a esclarecer la posición de la USB frente a estas decisiones y a garantizar que los procesos de admisión prioricen el mérito y las capacidades de los estudiantes, en beneficio del futuro de la educación superior en Venezuela», enfatizó Anseume.
El proceso MECE
El Proceso MECE, realizado entre mayo y junio pasados, fue diseñado por la USB para preparar a los aspirantes, reforzando sus competencias académicas y ayudándolos a identificar su vocación. Este proceso incluyó fases como una prueba en línea y una evaluación presencial complementaria, esta última presentada por 531 aspirantes el 14 de junio para optar por un cupo en las sedes de Sartenejas y Litoral. La USB es reconocida por ser una de las instituciones más selectivas del país, admitiendo solo a un pequeño porcentaje de los aspirantes.