por: Elena Velásquez
15/12/2024 | 8:30 am
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Aunque Halloween ya pasó, Navidad también es un tiempo propicio para hablar de brujas… o al menos de una bruja navideña muy particular: la Befana.
A diferencia de los relatos aterradores que rodean a las brujas del Halloween, la leyenda de la bruja Befana es tan hermosa que todos los niños de Italia le tienen gran cariño a esta mujercilla y la esperan con ansias cada 6 de enero.
Según la tradición, la Befana era una buena ancianita que ayudó a los Reyes Magos cuando iban en búsqueda del Niño Jesús.
La historia cuenta que, en su camino para visitar al Niño Dios, los Tres Reyes Magos que venían del Oriente, se perdieron. Sin embargo, en su ruta se atravesó una viejecilla bondadosa que les indicó por donde debían seguir para llegar a su preciado destino y les regaló varios dulces para su viaje; aquella anciana era la Bruja Befana.
Para retribuir su amabilidad, los Reyes Magos invitaron a la mujer a visitar al Niño Jesús, pero la bruja prefirió quedarse en su hogar. Sin embargo, momentos después se arrepintió de su decisión así que, cargada de dulces, salió a buscar a los tres Reyes, pero no pudo encontrarlos.
Pese a no conseguirlos, la Bruja Befana siguió su camino y vagó por cientos de pueblos regalando sus dulces y, preguntando en cada casa si ahí vivía el Niño Jesús.
Según la leyenda, la Bruja Befana sigue caminando por las calles buscando el hogar del Niño Dios y, por eso, cada 06 de enero, entra en los hogares italianos y llena sus calcetines navideños con caramelos y chocolates para los niños que se portaron bien; y con carbón para los que se portaron mal y fueron muy traviesos.