Consejos para cuidar y mantener tu flor de Navidad

Conocida comúnmente como flor de Navidad, flor de Nochebuena, o flor de pascua, la poinsettia es una especie de planta originaria de México.

Generalmente la vemos en jardinería como arbusto, pero principalmente como planta de interior en épocas decembrinas, ya que simboliza a la Navidad alrededor de todo el mundo.

Para mantener por mucho tiempo su frescura y brillo, conoce los siguientes consejos:

1- Donde colocar la flor de Navidad

La mayoría de las plantas son de exterior, necesitan luz, agua y aire fresco; por ese motivo, si quieres ubicar esta especie en el interior de tu casa, colócala junto a una ventana donde le dé la luz del sol, aunque no directamente porque podría quemar sus hojas.

2- Cuidado con la calefacción

Si tienes que colocar calefacción por las bajas temperaturas del invierno, asegúrate de mover a la flor navideña en una zona fresca de la casa, ya que no le van nada bien las olas de calor.

3- Corriente de aire

Esta es una planta delicada, el fuerte flujo de aire podría provocar que se desprendan sus espectaculares hojas, ten cuidado de situarla cerca de una corriente muy intensa.

4- Riego de la poinsettia

Ten cuidado al momento de regar esta planta, si le echas demasiada agua se pueden encharcar sus raíces provocando que se pudran. Lo recomendable es regarla un par de veces a la semana.

Si tienes un plato bajo la maceta verifica que no quede lleno de agua porque igualmente se pueden dañar las raíces.

5- Hojas caídas

Esto no significa que se esté muriendo, es su manera de avisar que necesita un cambio: renueva la tierra o trasplántala, también puedes abonarla y usar un fertilizante orgánico.

6- Para que florezca el año siguiente

En la primavera, poda tu flor para que vuelva a crecer, córtale las ramas a la mitad y mantenla con los cuidados habituales durante todo el año.

7- Calendario de cuidados de la flor de Nochebuena

• De diciembre a agosto, sigue los consejos que te hemos facilitado.
• En septiembre: empieza a esconderla de la luz encerrándola en lugares oscuros al menos cuatro horas cada día.
• En octubre: colócala a oscuras por tres horas al día.
• En noviembre: evita que le pegue la luz durante una hora al día.
• Y en diciembre… ¡Volverá a estar roja!