por: Edgar Pilca
11/12/2025 | 8:00 am
@lacocina__depaula
A pocos días de la celebración de Nochebuena, es el momento ideal para que nuestra cocina se inunde de los aromas inconfundibles de la temporada.
Dejando atrás los sabores cotidianos, damos la bienvenida a una receta que encapsula el espíritu festivo: una torta navideña especiada coronada con un exquisito frosting de queso crema.
Este postre no es solo una torta; es una experiencia que evoca la calidez del hogar, gracias a una poderosa sinfonía de sabores que incluye canela, clavo de olor y jengibre. La combinación es tan aromática que, sin duda, se convertirá en la estrella de tu mesa.
Para lograr este bizcocho húmedo y lleno de sabor, necesitarás:
Para el relleno
– 250 gramos de mantequilla
– 450 gramos de queso crema
– Azúcar pulverizada (aprox 500 gramos).
La preparación de esta obra maestra navideña es sencilla, pero requiere seguir los pasos con atención para asegurar la textura perfecta:
En primer lugar se deben integrar a fondo todos los ingredientes secos: la harina, polvo de hornear y, crucialmente, toda la mezcla de especias (jengibre, canela, clavo y nuez moscada).
En un bol aparte, se inicia el proceso de cremado. La mantequilla (a temperatura ambiente, fundamental para la emulsión) se bate vigorosamente junto al azúcar blanca y el azúcar morena hasta que la mezcla adquiera un color más pálido y una textura aireada.
El siguiente paso es incorporar la miel. Una vez bien integrada, se añaden los huevos, uno a uno, batiendo después de cada adición para mantener la estabilidad de la mezcla.
Para finalizar la masa, se introduce la mitad de los ingredientes secos. Cuando esta porción esté integrada, se añade la leche y el yogur. Finalmente, se incorpora el resto de los secos, mezclando solo hasta que no queden rastros de harina para evitar que el bizcocho quede duro.
La mezcla se vierte en un molde previamente enmantequillado y enharinado, lista para el horno. Mientras el aroma inunda su hogar, es el momento de crear la cobertura: el irresistible frosting de queso crema.
La clave de este frosting es batir la mantequilla y el queso crema hasta que estén muy suaves antes de añadir el azúcar flor. Esto garantiza una textura sedosa y firme, ideal para el relleno y la decoración.
Una vez horneada, enfriada, rellena y decorada, esta torta estará lista para presidir la mesa navideña. ¡Un postre que es sinónimo de celebración y de la inconfundible magia de diciembre!
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