por: Reuters
13/07/2016 | 10:30 am
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El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, dijo ayer que en el segundo semestre de este año se recuperará el precio del petróleo en el mercado internacional, con lo que avisoró mejoras en el desempeño de la economía local.
«Yo tengo mucha fe que el segundo semestre va a ser mejor y van a mejorar las cosas, quisiera ofrecer soluciones milagrosas, no soy demagogo, me gusta ser objetivo; yo creo que se va a recuperar el mercado petrolero», dijo el mandatario.
Las perspectivas las dio a conocer durante la conferencia magistral Macroeconomía, transformación y desarrollo en Ecuador que dictó en la Escuela Superior Politécnica del Litoral, en la ciudad costera de Guayaquil.
Ecuador, que tiene al petróleo como principal producto de exportación, enfrenta dificultades económicas desde mediados del 2015, cuando se redujeron a la mitad los precios del barril de crudo.
En 2015, el miembro más pequeño de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), dejó de recibir ingresos por 7.000 millones de dólares, lo que afectó las finanzas ecuatorianas.
«Aquí por primera vez en 40 años en vez de recibir plata, tengo que dar plata a Petroecuador y Petroamazonas para que sigan trabajando. Hemos aguantado, lo hemos hecho bien, ha sido durísimo», indicó el presidente.
La crisis del mercado petróleo, que se ha prolongado hasta ahora, ha llevado a Ecuador a ajustar el presupuesto del Estado, priorizar las inversiones y adquirir préstamos para, por ejemplo, equilibrar la balanza de pagos.
Correa expuso que debido a las dificultades, «el sector no está contratando personal, han disminuido las inversiones y las provincias más golpeadas por estas dificultades económicas, son las provincias fronterizas y petroleras: Sucumbíos y Orellana», en la región amazónica.
Correa evaluó que «el primer trimestre de este año es el más duro de los últimos 10 años».
Esto derivado «del desplome del precio del petróleo y la apreciación del dólar, que es igual o más grave que la caída del precio del petróleo, porque resta competitividad a nuestras exportaciones y abarata importaciones», explicó.
A ello, sumó el terremoto de 7,8 grados del pasado 16 de abril que azotó la costa norte, dejando 668 muertos, 80.000 desplazados y gran devastación en las provincias costeras de Manabí y Esmeraldas.
El jefe de Estado además observó que «el sistema dolarizador es tan rígido» por lo que su país se ve impedido de tomar medidas para hacer frente a choques externos.