por: Redacción
15/07/2017 | 9:15 am
AP
Investigadores han descubierto que el estrés en la primera infancia, producto de una pobreza extrema, negligencia, adicciones de los padres u otras penurias, puede marcar el futuro de los niños, dañando el cerebro y otros sistemas del cuerpo.
Unido al término clásico se indexa el llamado estado «tóxico» que es un nivel superior del estrés normal y que ocurre en todas las edades, pero se utiliza ese término cuando radica en niños de menor edad a las 14 años.
Los expertos desarrollan terapias y actividades para brindar beneficio a quienes lo padecen, que busca proteger los cuerpos y cerebros de los pequeños de un estrés altamente persistente.
Las investigaciones sugieren que este estado puede fomentar algunas de las principales causas de muerte y enfermedad en la vida adulta, como los ataques de corazón y la diabetes.
La teoría de esta patología se ha extendido, aunque hay escépticos como el psiquiatra de la Universidad de Tulane Michael Scheeringa, experto en síndrome postraumático en la infancia, que cree que los estudios que respaldan la idea son endebles.
Scheeringa asegura que se basan sobre todo en la observación y no ofrecen pruebas de cómo se veía el cerebro de los niños antes del trauma estudiado.