por: Inés Reyes
18/06/2018 | 10:00 pm
Pixabay - Imagen referencial
Los primeros auxilios son una técnica importante. Realizando unos procedimientos sencillos y siguiendo determinadas directrices, es posible salvar vidas humanas si se administra un tratamiento básico hasta que llegue la ayuda médica profesional.
A continuación mostramos cuáles son los errores más comunes que utilizamos como primeros auxilios:
Normalmente en las quemaduras aplicamos dentífrico o manteca y hielo, evita utilizar estos productos porque ninguno contiene efectos cicatrizantes y corres el riesgo de exponer la herida a una infección. Lo mejor que puedes hacer en mojarla en agua fría entre 10 a 20 minutos.
Cuando se sangra por la nariz nuestra principal reacción es echar la cabeza hacia atrás o colocar algodón para detener la hemorragia. Al subir la cabeza ocasiona que la sangre fluya hacia el fondo de la garganta, provocando tos, náuseas y obstruir la respiración.
Al colocar algodón en la nariz, este puede desprender hilo que se adhieran y ocasionar una infección. Para detener una hemorragia nasal debes aplicar presión directa en la nariz apretando con dos dedos y debes tener la cabeza en una posición equilibrada.
El vendar una lesión debes tener mucho cuidado, debido que si no lo haces bien puedes provocar mayores lesiones. Lo mejor que puedes hacer es aplicar hielo para disminuir la hinchazón y evita el calor en este tipo de lesiones.
Para limpiar una herida lo más aconsejable es hacerlo con agua y jabón o suero fisiológico. Evita utilizar alcohol o agua oxigenada, ya que esto puede provocar una reacción y dañar el tejido de la piel haciendo que la cicatrización sea más lenta.
Lo primero que se nos ocurre hacer en estos casos es colocar un objeto en la boca para evitar que la persona se muerda la lengua.
De acuerdo a varios expertos, esta acción es errónea, debido que no tiene un efecto anti convulsionante y puede provocar un atragantamiento. Lo aconsejable en estos casos es colocar a la víctima lejos de cualquier objeto para que no se haga daño y colocarla de lado.
En estos casos nos dejamos llevar por las viejas creencias y colocamos la cabeza entre las piernas, pero esto no ayuda al sistema que se encarga en mantener el equilibrio y estabilidad. Lo mejor que puedes hacer es acostarte boca arriba y colocar las piernas en alto para que la sangre fluya al corazón.