por: María Fernanda Pérez
23/11/2025 | 4:30 pm
Foto de Lasse Jensen en Unsplash
Millones de usuarios mantienen el hábito de dejar su smartphone conectado al cargador durante la noche para amanecer con el 100% de batería, una práctica que, según especialistas, está acelerando el desgaste de los dispositivos.
La advertencia se centra en las baterías de iones de litio, predominantes en los teléfonos modernos, cuya vida útil se mide en ciclos de carga.
Aunque los sistemas de gestión de energía detienen la recarga al alcanzar el 100%, el profesor Ritesh Chugh, de la Universidad Central de Queensland en Australia, explica que la actividad de las aplicaciones en segundo plano provoca microdescensos en la energía (del 100% al 99%).
Así, el problema radica en que el sistema intenta reponer constantemente ese mínimo porcentaje, generando microciclos de carga continuos que se contabilizan como desgaste, tal como si fueran parte de un ciclo completo.
Esta dinámica de recarga constante no solo agota los ciclos de vida, sino que también contribuye al incremento de la temperatura interna del equipo. Si el celular reposa sobre superficies blandas como camas o almohadas, la disipación del calor se vuelve ineficaz, lo que favorece la degradación química del litio.
Con el avance de la carga rápida, que permite alcanzar el 100% en tan solo 30 a 90 minutos, los expertos coinciden en que la carga prolongada por la noche se ha vuelto innecesaria y perjudicial.
Aunque algunas marcas, como Apple y Samsung, han implementado funciones de «carga optimizada» para mitigar el riesgo, la modificación de hábitos sigue siendo la principal defensa contra el deterioro.
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