por: Jonás Rodríguez
14/02/2023 | 5:30 pm
Psyche 3
Un grupo de astrofísicos de la Universidad de Rochester, en Estados Unidos, estudian la posibilidad de aprovechar los asteroides cercanos a la tierra como asentamientos humanos.
En este sentido, señalaron que la idea, inspirada en los principios de la física y la ingeniería, consiste en aumentar la rotación dispersa dispersa del asteroide para reducir la gravedad artificial de giro.
Asimismo, comentaron que el plan está fundamentado en el trabajo del físico norteamericano, Gerard O’Neill, quien elaboró un sistema, bautizado los «cilindros O’Neill», que consiste en el usos de dos cilindros que giran en direcciones opuestas. Ambas figuras deben rotar a una velocidad específica que proporcionaría gravedad artificial en la superficie interna, pero sin marear a los pobladores.
El proyecto de O’Neill, presentado en 1972, no prosperó por las limitaciones técnicas del momento y por los altos costos que supondría llevar los materiales de construcción necesarios desde la Tierra hacia el espacio.
Sin embargo, los investigadores Rochester entregaron una nueva posibilidad: usar los asteroides para construir los cilindros.
«Todas esas montañas voladoras que giran alrededor del Sol podrían proporcionar un camino más rápido, económico y efectivo hacia las ciudades espaciales», comentó el profesor de física y astronomía, Adam Frank.
No obstante, los expertos explican que los asteroides de roca sólida con un diámetro mayor a 10 kilómetros, no tendría la resistencia necesaria para soportar las tasas de rotación requeridas y, por lo tanto, se fracturarían y romperían.
Por otro lado, los asteroides más pequeños, al ser «montones de escombros», tienen poca resistencia a la tracción y se dispersarían rápidamente.
A pesar de estas dificultades, los especialistas han plateado una solución. Los estudiados indicaron que usar nanofibras de carbono resistentes, abriría una posibilidad para contener la masa de regolito del asteroide disperso en un gran contenedor cilíndrico giratorio, con resistencia a la tracción moderada.
Igualmente, detallaron que, de acuerdo a sus cálculos, la resistencia a la tracción requerida del material del contenedor aumentaría con el radio y el grosor del hábitat.
Por ultimo, los investigadores aseguraron que dicho trabajo es «tremendamente teórico», por lo que no es posible determinar que tan viable es la idea.
«Nuestro artículo vive al borde entre la ciencia y la ciencia ficción», concluyó Frank.